VATICANO - "La evangelización en el contexto del pluralismo religioso": el Card. Iván Dias en la universidad Gregoriana por el 75° aniversario de fundación de la facultad de Misionología

viernes, 9 marzo 2007

Roma (Agencia Fides) - "La misión evangelizadora de la Iglesia al inicio del tercer milenio": este es el tema del Acto académico que tuvo lugar la tarde del 8 de marzo en la Pontificia Universidad Gregoriana, para celebrar el 75° aniversario de la fundación de la facultad de Misionología. Después del saludo del Rector de la universidad, P. Gianfranco Ghirlanda, el decano de la facultad de Misionología, P. Adam Wolanin recorrió el camino de los 75 años subrayando la actualidad de esta institución.
El Card. Iván Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en su intervención se centró en el tema de la evangelización en el contexto del pluralismo religioso. "Desde sus principios la Iglesia ha tenido que afrontar el desafío de predicar la Buena Nueva de Jesucristo en medio de una gran variedad de tradiciones religiosas, empezando por la religión hebrea en la que nació el cristianismo y luego con las creencias existentes en las naciones donde llegaban los cristianos - ha evidenciado el Cardenal -. Sin embargo, la evangelización plantea un desafío particular en los tiempos modernos, puesto que vivimos en una época en la que las personas de diversas religiones se encuentran e interaccionan más que en cualquier otro período de la historia humana." Recordando la enseñanza del Concilio sobre las relaciones entre la Iglesia y las religiones no cristianas, el Card. Dias ha subrayado que frente a la vasta gama de tradiciones religiosas presentes en el mundo, "los cristianos deben tratar de descubrir la acción del Espíritu Santo - es decir las semillas de verdad lo llamó el Concilio Vaticano II - y de conducirlas, sin ningún complejo de superioridad, al pleno conocimiento de la verdad en Jesucristo". También los cristianos pueden encontrar en las religiones no-cristianas algunos valores de su fe que quizá han olvidado o descuidado, como son el ayuno riguroso, la oración frecuente, el ascetismo… Pero hay que estar muy atentos: "Con el pretexto de no obstaculizar el diálogo interreligioso, algunos pone incluso a Jesús, que es verdadero Dios y verdadero hombre, al mismo nivel que los fundadores, a veces incluso mitológicos, de otras religiones. Dicha actitud contradice el mandato de Nuestro Señor de predicar el Evangelio y hacer discípulos en todo el mundo… Es nuestra misión hacer que madure la siembra para que encuentren su plenitud en Cristo."
El Prefecto del Dicasterio Misionero se ha centrado después en la relación entre Evangelización y Diálogo interreligioso: "El Espíritu Santo es el protagonista principal de la evangelización… el diálogo interreligioso es un modo indirecto de evangelización, con el que los cristianos presentan su propia identidad y están atentos a las convicciones religiosas de sus interlocutores no cristianos. Se trata de exponer o proponer la propia fe, sin quererla imponer a nadie". Entre las diversas formas de diálogo interreligioso, el Card. Dias ha citado: el diálogo de la vida, "en el que las personas se esfuerzan por vivir en un espíritu de apertura y cordialidad con el prójimo"; el diálogo de las obras, en el que cristianos y creyente de otras creencias colaboran; el diálogo de los intercambios teológicos y el diálogo de la experiencia religiosa, "en el que las personas, enraizadas en las propias tradiciones religiosas, comparten las riquezas espirituales, por ejemplo la oración y la contemplación."
El Card. Dias ha enriquecido la relación con algunas experiencias vividas durante su ministerio pastoral en la India, como confirmación de la validez del diálogo interreligioso en las modalidades presentadas. Por último, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos ha recordado que el diálogo se basa en la esperanza y la caridad y producirá frutos en el Espíritu", además las otras religiones constituyen un desafío positivo para la Iglesia: la estimulan a reconocer los signos de la presencia de Cristo y la acción del Espíritu y a profundizar en su propia identidad. De aquí el espíritu que debe animar el diálogo en el contexto de la misión: "El interlocutor debe ser coherente con sus tradiciones y convicciones religiosas y abierto a comprender las del otro, sin disimulos ni encerrándose, sino con verdad, humildad, lealtad, sabiendo que el diálogo puede enriquecer a todos. No debe haber ninguna abdicación ni hirenismo sino el testimonio recíproco para un común progreso en el camino de búsqueda y experiencia religiosa y, al mismo tiempo, para la superación de prejuicios, intolerancias, malentendidos. El diálogo tiende a la purificación y a la conversión interior que, si persigue con docilidad al Espíritu, será espiritualmente fructuosa". (S.L) (Agencia Fides 9/3/2007 - Líneas: 56 Palabras: 777)


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