ASIA/PAKISTÁN - Emergencia por las inundaciones: Cáritas ayuda a los desplazados y a los más vulnerables

lunes, 25 agosto 2025 cáritas   desplazados   desastres naturales  

Caritas Pakistan

Karachi (Agencia Fides) – «Estamos profundamente afligidos por el sufrimiento causado por las graves inundaciones. La Iglesia acompaña a las familias afectadas con la oración y con la acción. Cáritas Pakistán está respondiendo activamente y pedimos el apoyo constante de todos nuestros fieles, así como de los socios locales e internacionales», declara a Fides Benny Mario Travas, arzobispo de Karachi y presidente de Cáritas Pakistán. Mientras tanto, en Karachi el gobierno municipal ha declarado el estado de emergencia, y en la provincia meridional de Sindh se mantienen las alertas por nuevas inundaciones y lluvias torrenciales. En la ciudad ya se registran al menos siete víctimas mortales y graves daños en viviendas e infraestructuras.

«Es una emergencia nacional. Estamos movilizando ayuda inmediata en varias zonas afectadas, como el distrito de Buner, en el norte. Nuestros equipos están sobre el terreno para evaluar necesidades y proporcionar alimentos, refugio, asistencia médica y devolver dignidad a las familias golpeadas también en el sur», explica a Fides Amjad Gulzar, director ejecutivo de Cáritas Pakistán. La organización ha desplegado recursos para responder de forma rápida y eficaz. «Los voluntarios trabajan estrechamente con las autoridades distritales, visitan las zonas más dañadas, realizan evaluaciones y mantienen contacto directo con las comunidades para garantizar que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan», precisa Gulzar.

Según el director, «Cáritas ha planificado asistencia para 2.500 familias afectadas (unas 17.500 personas), con la distribución de paquetes de alimentos, kits de higiene y agua potable (ya se han entregado 250), la organización de 15 campamentos médicos gratuitos para atender enfermedades vinculadas a las inundaciones y la entrega de kits de refugio a desplazados que han perdido sus hogares». Añade, además, que se están realizando «talleres de sensibilización sobre higiene para prevenir epidemias».

La atención se concentra especialmente en el distrito de Buner, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, y en otras zonas gravemente devastadas. «Nuestros equipos dan prioridad a comunidades aisladas e incomunicadas, sobre todo con unidades médicas móviles, para garantizar asistencia básica, prevenir brotes y ofrecer ayuda humanitaria esencial», señala.

«En este momento, desde Cáritas Pakistán hacemos un llamamiento a donantes, socios y organizaciones de la sociedad civil para que sumen esfuerzos en la respuesta a esta crisis humanitaria. El apoyo inmediato es vital para salvar vidas, proteger a las familias y devolver dignidad a las personas afectadas», pide Gulzar.

Las inundaciones monzónicas, que comenzaron a finales de junio, han golpeado con dureza las provincias de Punjab, Sindh, Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa. Hasta el 23 de agosto, la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres registra más de 750 muertos y 1.500 heridos en todo el país. Entre los daños figuran 461 kilómetros de carreteras afectadas, 152 puentes destruidos, unas 2.000 viviendas totalmente derrumbadas y 4.000 parcialmente dañadas, además de la pérdida de más de 1.100 cabezas de ganado. A mediados de agosto, una tormenta catastrófica en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa provocó más de 400 víctimas mortales solo en el distrito de Buner, entre ellas al menos 30 niños, y dejó a más de 150 personas desaparecidas. Según las previsiones, la alerta meteorológica se mantendrá activa hasta principios de septiembre.
(PA) (Agencia Fides 25/8/2025)


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