VATICANO - EL POSTULADOR DE LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN DE LA MADRE TERESA, EL PADRE BRIAN, HABLA A LA AGENCIA FIDES

lunes, 13 octubre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Una mujer enamorada de Dios”. Así define el P. Brian Kolodiejchuk, Postulador de la Causa de beatificación de la Madre Tersa de Calcuta, a la religiosa que será beatificada el 19 de octubre. El P. Brian, canadiense, es uno de los primeros padres Misioneros de la Caridad, la rama masculina de la Congregación fundada por la Madre Teresa. Ha seguido el proceso entregando a la Congregación para las Causas de los Santos los cinco volúmenes de documentación y redactó la Positio que muestra, por medio de numerosos testimonios la heroicidad de las virtudes de la Madre. La Agencia Fides lo ha entrevistado

¿Cuál es la esencia del carisma de la Madre Teresa? Le peguntamos a Vd que pertenece a la rama masculina de la Congregación fundada por ella.
Toda la experiencia de la Madre se puede resumir en su intenso y apasionado amor por Jesús. Su respuesta era al Amor: ya desde los primeros años de su vida cuando vivía en Skopje, decía que Jesús era su primer amor. Su fidelidad a este amor fue creciendo con los años hasta el fin de su vida. La clave para comprender a la Madre Teresa es mirar a una mujer enamorada

La Madre Teresa rezaba mucho, pero algunos pretende sacar a la luz tan solo el servicio social, el voluntariado hacia los pobres. ¿Esta visión no corre el peligro de olvidar el aspecto espiritual y de secularizar la obra de la Madre?
Una vez unos funcionarios indios fueron a buscar a la Madre Teresa para ver de cerca el trabajo de sus religiosas. A sus preguntas la Madre respondió: “No curamos a los pobres a los enfermos para obtener algo: lo hacemos por alguien, Jesús que se encarna en la persona”. El servicio de la Madre era expresión del amor de Jesús que se hace presente en toda persona¡, especialmente en los pobres y los marginados. La Madre hablaba siempre del pasaje de Mt 25: “Aquello que hicisteis a uno de estos mis pequeños a mi me lo habéis hecho”.

El misticismo de la Madre Teresa: ¿puede hablarnos Vd. que hoy recorre sus pasos y lo vive en su experiencia personal?
La Madre Teresa en los primeros años de su vocación experimentó una gran unión espiritual con Jesús. Sucesivamente en los años vividos como Misionera de la Caridad vivió la experiencia interior de oscuridad que significa falta de fe, esperanza y amor. Pero después de algunos años la Madre comprendió que esta experiencia era la experiencia de Jesús en la cruz. En su mente venían las palabras de Jesús: “Tengo sed”. Pero incluso en el gran sufrimiento interior buscó el mantenerse siempre unida a Jesús, permaneciendo fiel a la oración y encontrando en la aridez, consolación espiritual. La Madre era una mujer orante: cuando no trabajaba con las manos rezaba el Rosario, tenía una vida de oración muy intensa centrada en la Eucaristía. Vivía una plena vida sacramental:
todavía hoy las religiosas que siguen sus huellas tienen una intensa vida de oración como fundamento del apostolado.

La Madre Teresa nos ha dejado en herencia la grandeza de los pequeños gestos de caridad..
Sí, una característica que nos ha dejado es un fuerte mensaje de caridad hacia los pobres, pero también en esto decía: “¡No hace falta ir a Calcuta para encontrar a los pobres! Los tenéis en vuestras familias, en la puerta de al lado...” Decía también que los pequeños gestos de caridad son importantes; le gustaba decir que no era importante hacer “grandes obras” sino el hacer las cosas ordinarias con un amor extraordinario, que eso es lo que da valor a las acciones.

La Madre Teresa vivió una relación de amistad extraordinaria con Juan Pablo II: ciertamente realizó en plenitud el mensaje del Santo Padre: “Abrid las puertas a Cristo”
Entre el Papa y la Madre Tersa hubo siempre una relación especial, basada en el mutuo respeto y amor, como se entiende de algunas imágenes que muestran el particular afecto del Santo Padre hacia la madre. Las imágenes del Papa que tiene su mano sobre la cabeza o que le da un beso en la frente son muy bellas. Esta amistad estaba fundada en la gran fe y amor hacia Jesús. La madre vivió y puso en practica muchas de las enseñanzas mas importantes de Papa., especialmente su insistencia sobre el respeto de la vida y la dignidad de la persona. El Papa ha querido ligar la beatificación a su 25 aniversario de Pontificado: es un hecho muy significativo. El Santo Padre quiere decirnos: “esta pequeña religiosa es una figura importante de mi pontificado”.

La Madre Tersa era y es un imán para los jóvenes que buscan grandes ideales y se quedan admirados de la experiencia tan radical y de cuanto pudo hacer una pequeña religiosa albanesa.
Hace unos meses una encuesta que sorprendió a muchos, afirmó que la persona más admirada y amada por los jóvenes italianos era la Madre Teresa. Pero no ocurre solo en Italia: los jóvenes se sienten atraídos por la vida de la Madre porque viven de grandes ideales, tienen necesidad de pensar en “cosas grandes” y encuentran en la Madre una personalidad que ha puesto en practica los grades valores del Evangelio, especialmente el servicio a los necesitados. Ocurre los mismo con el Papa, en quien ven una “persona fiel hasta la muerte” que les invita al duc in altum. Cuando la Madre hablaba a los jóvenes no tenia miedo de decir las verdades más grandes, invitándoles
a seguir a Jesús, a ser castos y puros, a decidirse por el servicio al prójimo y a los pobres. Todavía hoy muchos jóvenes se aceran a Calcuta para tener una experiencia de servicio y muchos cambian de vida, porque cuando se da se recibe. La Madre nos ha enseñado que olvidarse de si dirigiéndose a Dios y al prójimo nos da la verdadera felicidad. Darse uno mismo es el camino hacia la felicidad.

La gente en India llamaba a la Madre Teresa “santa” ya en vida. Hoy la iglesia los reconoce oficialmente con su beatificación, al aprobar la Positio elaborada por Vd. (la Posotio es el conjunto de documentos que se presentan a examen en la Congregación para las Causas de los Santos)
El proceso comenzó en el 99 recogiendo informaciones y testimonios hasta agosto del 2001. Después escribimos la Postitio entregándola a la Congregación para las Causa de los Santos que declaró la decisión sobre la beatificación en diciembre del 2002.
El milagro aceptado fue el caso de Mónica Besra de 35 años, mujer de Bengala Occidental que sufría tuberculosis y tenía un tumor en el vientre que se le había hinchado notablemente. Habría necesitado una operación pero los médicos decían que estaba muy débil para soportarla. Era el 5 de septiembre de 1998, el primer aniversario de la muerte de la Madre. Por la tarde a las cinco, la religiosa superiora de la casa donde se encontraba Mónica tomó una medalla mariana que había tocado el cuerpo de la Madre y la puso sobre el vientre de la mujer y rezó las palabras de San Bernardo, “Acordados”. La superiora dijo: “Madre hoy es el día en que fuiste al cielo. Tu amabas a los pobres , haz algo por Mónica que debe atender a sus cinco hijos”. Por la noche el vientre de la mujer volvió a su estado normal y desapareció el hinchazón. Los médicos aceptaron que el milagro fue instantáneo, completo y duraderos.
(PA) (Agencia Fides 13/10/2003 Líneas: 94 palabras: 1267)


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