AFRICA/SUDÁN - EL SUCESOR DE COMBONI EN LA SEDE DE JARTUM: “SAN COMBONI NOS AYUDA A REDESCUBRIR EL VALOR DE LA CRUZ PARA CONTINUAR LA OBRA DE CRISTO” - ENTREVISTA DE FIDES AL NUEVO CARDENAL GABRIEL ZUBEIR WAKO

sábado, 4 octubre 2003

Roma (Agencia Fides) - Con ocasión de la canonización de Daniel Comboni, el domingo 5 de octubre, la Agencia Fides ha entrevistado al Arzobispo de Jartum, el nuevo Cardenal Gabriel Zubeir Wako, que es el 7º sucesor de Comboni en Jartum y el primer Obispo africano de la sede. Mons. Wako, que está en Jartum desde 1981, recibirá la púrpura cardenalicia en el Consistorio del 21 de octubre.

Eminencia, ¿como ha sido acogido en su pías su nombramiento como Cardenal?
Es un evento que ha alzado la moral de los cristianos sudaneses que viven su fe en medio de tantas tribulaciones, persecuciones y dificultades de todo tipo. Es un poco como una luz que se enciende: esperan que con un Cardenal entre ellos pueda oírse su voz en el resto del mundo. El nombramiento es interpretado también como un signo de la cercanía del Santo Padre hacia los cristianos sudaneses. Incluso desde el punto de vista temporal esta ordenación está llena de significado: precisamente este año es el décimo aniversario de la visita del Santo Padre en Sudán y el 25 aniversario de la elección del Pontífice.
Ante todo esto, yo me pregunto que seré capaz de hacer con respecto a lo ya hecho hasta ahora. Espero que el Señor me de la fuerza para realizar esta labor. Me vienen a la mente las palabras de Nuestro Señor a los Apóstoles: “echad las redes y encontrareis”. Precisamnte por esto estamos preparando el segundo Sínodo diocesano que a la luz del Gran Jubileo buscará el profundizar en nuestra fe.

¿Cuales son sus sentimientos sabiendo que la Arquidiócesis de Jartum ha tenido como predecesor a un santo como Daniel Comboni?
Con frecuencia pienso que ocupo la sede que perteneció a un santo como Comboni. Me siento pequeño ante su figura pero a la vez ocupar la silla supone para mi un desafío al que hay que responder. Es también una oportunidad para profundizar en el método misionero de Comboni con su capacidad de unir a los trabajadores pastorales. Intentaba hacerles comprender que la evangelización de África es un compromiso de por vida según su lema: “África o muerte”.

¿Qué representa Comboni para el Sudán?
Su figura está todavía viva entre los cristianos sudaneses, especialmente ahora con la guerra civil que siembra entre las personas el espíritu de división y de odio y que puede entrar incluso en la Iglesia. Es un desafío el intentar reducir los males que está trayendo la guerra en el ánimo de la gente. Para esto nos ayuda la confianza que tenía Comboni en la presencia de Dios en su vida y en su obra misionera. Pensamos en cuantas dificultades tuvo que afrontar, cuantos muertos entre sus colaboradores... hacia falta una confianza total en la bondad del Señor para recomenzar ante tantos fallos y dificultades aparentemente insuperables. En este sentido San Comboni nos ayuda a redescubrir el valor de la Cruz, de las cruces que en Sudán tenemos en abundancia. San Comboni nos dice que estas cruces son necesarias para continuar la obra de Cristo. ¡Debemos pues tener el coraje de pedir al Señor que no nos las quite sino que nos de más! Si conseguimos llegar a esto podremos alegrarnos porque estaremos en el camino de la verdadera santidad.

¿Qué le impresiona más de la figura de Comboni?
Muchos quedan impresionados de la fuerza de Comboni y de su coraje. Yo, por el contrario, quedo fascinado del Comboni niño que se pone en las manos de una mama que es Dios. Sus oraciones son directas e inspiran confianza incluso a quien las lee. También su modo de describirse a si mismo con el candor de un niño que no esconde nada de si. Es bello también el ver como pedía ayuda a las personas con el lenguaje y la perseverancia de un adolescente. Pensemos también en su plan pastoral: puede parecer la obra de un megalómano, pero yo por el contrario, veo en ello el coraje de un niño que afronta cosas más grandes que él. Y precisamente por esto era sabio, porque son los pequeños los que conocen los secretos del Reino.

La canonización se produce en un momento en que África, aún cuando tenga algunos signos de esperanza, parece vivir un recrudecimiento de sus males como son la guerra y guerrillas, carestías, enfermedades... ¿Qué mensaje puede venir de la canonización para la Iglesia y la sociedad africana?
Ahora podemos contar todavía más con la intercesión de Comboni, un hombre que vivió en su propia carne todas las dificultades que está viviendo África. Tenemos pues un abogado capaz de comprendernos a fondo. Comboni siempre dijo a los africanos: “Sois como los otros, tenéis dones estupendos, sacadlos fuera”.

El milagro que ha llevado a Comboni a la canonización es la curación de una mujer musulmana que ha conservado su fe. ¿Podemos leer en esto un significado particular que ilumine la relación entre el Cristianismo y el Islam?
Es difícil responder . Hay que considerar que también los musulmanes creen en los santos como hombres de Dios: si ven que los cristianos rezan a un santo y obtiene una gracia no se sorprenden. Comboni además es muy conocido y respectado entre los musulmanes, hasta el punto de que si preguntas a uno de ellos donde hay una Iglesia católica no saben responderte pero si le dices sencillamente “Comboni” seguramente te la señalará. (L.M.) (agencia Fides 4/10/2003 Líneas: 76 Palabras: 930)


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