VATICANO - EL PAPA A LOS OBISPO UGANDESES: “ASEGURANDO MI CERCANÍA ESPIRITUAL A VOSOTROS Y A VUESTRO PUEBLO, ME UNO A VOSOTROS EN LA CONDENA DE TODO ACTO DE DERRAMAMIENTO DE SANGRE Y DE DESTRUCCIÓN”

lunes, 22 septiembre 2003

Castel Gandolfo (Agencia Fides) - “Vuestra presencia aquí, hoy, me llena de alegría y despierta los recuerdos de mi visita a Uganda hace diez años. Están vivamente grabados en mi memoria los diversos encuentros con vosotros y los fieles de vuestras comunidades locales, de modo particular nuestro encuentro en el Santuario de los Mártires de Uganda..” Con estas palabras saludó el Santo Padre Juan Pablo II a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Uganda a los que recibió en audiencia el sábado 20 de septiembre en al residencia de Castel Gandolfo con ocasión de su visita ad limina Apostolorum.
“Por desagracia algunas partes de vuestro país se encuentran actualmente envueltas en situaciones de conflicto armado y anarquía – evidenció el Santo Padre -.Sobre todo en el norte, la guerra está trayendo una miseria incalculable, sufrimiento y muerte afectando incluso a la Iglesia y persiguiendo a sus ministros y a sus hijos. También en el oeste y noroeste hay episodios de violencia y de hostilidad que afligen al país, consumiendo la vida y las energías de vuestra gente. Asegurando mi cercanía espiritual a vosotros y a vuestro pueblo, me uno a vosotros en la condena de todo acto de derramamiento de sangre y de destrucción”. El Papa lanzó después un llamamiento para que las partes implicadas renuncien a la agresión y se comprometan a trabajar juntos por un futuro de paz. Después exhortó a los Obispos a promover entre ellos “un auténtico espíritu de solidaridad y de solicitud fraterna” y “hacer a la Iglesia presente de modo cada vez más eficaz” en el ámbito social, económico, político y cultural de su país y animó los esfuerzos realizados en la asistencia sanitaria, en la educación y en el desarrollo, que demuestran “el compromiso de la Iglesia por el bienestar integral de sus hijos y de sus hijas y de todos los ugandeses”.
El Papa se centró después en la prioridad de una adecuada formación - espiritual y doctrinal – de los laicos que “ deben implicarse efectivamente en la vida de la parroquia y de la diócesis en la estructuras pastorales y administrativas”. Son también muy importantes todos los esfuerzos “dirigidos a superar los conflictos tribales y las tensiones étnicas; efectivamente estas rivalidades no tienen puesto en la Iglesia de Cristo y sirven sólo para debilitar el entramado general de la sociedad”. Entre los campos de apostolado que requieren mayor compromiso por parte de los Obispos, el Santo Padre citó a la familia “ gran antídoto contra el egocentrismo y el sentido de independencia hoy tan extendido”; las jóvenes generaciones que deben ser “bien formadas y preparadas adecuadamente para cumplir la responsabilidad que les compete”; las escuelas católicas, para que sean “comunidades en las que la fe sea alimentada y los alumnos estñen preparados para realizar su misión en la Iglesia y en la sociedad”; la formación de los seminaristas, sacerdotes, religiosos y religiosas. “No podemos dejar de mencionar a los catequistas que desarrollan un papel esencial para afrontar las exigencias espirituales de vuestras comunidades, especialmente en aquellas zonas donde no hay suficientes sacerdotes... deben ser conscientes de su papel y ser ayudados en cualquier modo posible para afrontar su responsabilidad y sus obligaciones hacia las familias”.
El Papa exhortó por último a los Obispos a “caminar siempre junto” a quienes les han sido confiados con “amor de padre” y concluyó: “Proponeos como objetivo el de conducir a vuestro pueblo a una cada vez mayor conciencia de su fe y de su identidad cristiana”. (S.L.) (Agencia Fides 22/9/2003 Líneas: 47 palabras: 632)


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