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Vatican Media
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - «Me entristecen las noticias que llegan del Líbano, donde en los últimos días intensos bombardeos han causado muchas víctimas y destrucción». Al final de la Audiencia General, el pensamiento del Papa Francisco se ha dirigido a Oriente Medio, y en particular al Líbano, golpeado en las últimas horas por una nueva incursión israelí. Y mientras el primer misil de Hezbolá es interceptado sobre Tel Aviv, el Pontífice, desde el atrio de la basílica vaticana, espera «que la comunidad internacional haga todo lo posible para detener esta terrible escalada. ¡Es inaceptable! Expreso mi cercanía al pueblo libanés, que ya ha sufrido demasiado en el pasado reciente».
«Y recemos por todos los pueblos que sufren a causa de la guerra: no olvidemos a los mártires de Ucrania, Myanmar, Palestina, Israel, Sudán, todos los pueblos mártires. Recemos por la paz», añade el Pontífice, que durante su Audiencia General de hoy, la numero 500, vuelve a reiterar que no se debe dialogar con el diablo. «La prueba más fuerte de la existencia de Satanás no se encuentra en los pecadores ni en los obsesos, ¡sino en los santos!», dice el Obispo de Roma continuando el ciclo de catequesis sobre el tema “El Espíritu y su Esposa”, centrado hoy en el papel del Espíritu Santo como «nuestro aliado en la lucha contra el mal».
«Es cierto que el diablo está presente y actúa en ciertas formas extremas e inhumanas de maldad y maldad que vemos a nuestro alrededor», subraya el Papa Francisco. «Por esta vía, sin embargo, es prácticamente imposible llegar, en casos particulares, a la certeza de que se trata efectivamente de él, ya que no podemos saber con precisión dónde termina su acción y donde comienza nuestra propia maldad. Por eso la Iglesia es muy prudente y estricta en el ejercicio del exorcismo, ¡a diferencia de lo que ocurre, por desgracia, en ciertas películas! ».
«Es en la vida de los santos donde el demonio se ve obligado a salir a la luz, a oponerse a la luz», señala. Unos más, otros menos, todos los santos y grandes creyentes dan testimonio de su lucha con esta oscura realidad, y no se puede suponer honestamente que todos ellos fueran «ilusos o meras víctimas de los prejuicios de su tiempo». Y en nuestros tiempos, donde la tecnología impera, precisamente esta ofrece «además de muchos recursos positivos que hay que apreciar, también innumerables medios para dar oportunidad al demonio, y muchos caen en ello. Pensemos en la pornografía en la red, detrás de la cual hay un mercado floreciente, todos lo sabemos, es el diablo quien trabaja allí. Se trata de un fenómeno muy extendido, del que, sin embargo, los cristianos deben estar bien protegidos y que deben rechazar con firmeza».
«Cualquier teléfono móvil tiene acceso a esta brutalidad, a este lenguaje del diablo, la pornografía en Internet», según palabras del Papa. «La concienciación de la acción del diablo en la historia no debe desanimarnos. El pensamiento final debe ser, también aquí, de confianza y seguridad. Cristo ha vencido al diablo y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria. La misma acción del enemigo puede volverse a nuestro favor, si con la ayuda de Dios la ponemos al servicio de nuestra purificación. Mucho cuidado, el diablo es astuto, pero nosotros los cristianos, con la gracia de Dios, somos más listos que él».
(F.B.) (Agencia Fides 25/9/2024)
