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Roma (Agencia Fides) – “Éramos el segundo país mas desarrollado del África Subsahariana y ahora nos vemos obligados a recurrir a las ayudas de la comunidad internacional para sobrevivir” dice a la Agencia Fides Mons. Pius Alick Ncube, Arzobispo de Bulawayo (Zimbabwe) que se encuentra en Roma para participar en el Seminario de los Obispos de lengua inglesa en territorios de misión. El seminario, dirigido a los Obispos de reciente nombramiento, está centrado en la puesta a punto pastoral además de permitir el intercambio de ideas de los Obispos provenientes de realidades tan diversas.
“La política del Presidente Robert Mugabe ha llevado al país al colapso. Desde hace tres años, que comenzó a temer la pedida del poder, el Presidente impuso en férreo control sobre la sociedad. La política de distribución de tierras, en particular, ha destrozado el sector agrícola, en otro tiempo floreciente, con el resultado de que cada semana mueren en Zimbabwe unas 40 personas de hambre” dice el Arzobispo, que traza un cuadro alarmante del país: “Unos 6 millones de personas corren el riesgo del hambre (sobre un total de poco mas de 12 millones), un 1’80% de la población vive por debajo del nivel de pobreza, no se encuentra carburante, los bancos han bloqueado las cuentas corrientes.. se comprende fácilmente que la situación es verdaderamente explosiva”.
“A todo esto se añade el régimen opresivo instaurado por Mugabe. Sus aliados están por todas partes. Controlan la policía, las fuerzas armadas, los servicios secretos, la economía nacional. Están después además las milicias del partido del Presidente (los “green bombers”) que actúan como les parece. El principal opositor, Morgan Tsvangirai, recibe continuas amenazas y es además acusado de haber intentado matar a Mugabe. Dime qué democracia es esta”.
En este contexto, la Iglesia católica trabaja por la paz con la ayuda de la población. Dice el Arzobispo de Bulawayo: “Junto a las otras Iglesia cristianas trabajamos para mediar entre el gobierno y la oposición pero todas las propuestas para intentar sacar al país de la crisis en la que se ha precipitado, han sido rechazas por el régimen. En el plano humanitario, la Comisión Justicia y Paz trabaja por defender los derechos humanos y por llevar alivio y consuelo a las victimas de la tortura. Los medios usados por los defensores del régimen, no son muy distintos de los de otras dictaduras. Particularmente grave es el uso de la corriente eléctrica para torturar a la gente”.
Mons. Ncube recuerda que “tenemos también otra gran tragedia: un millón de niños huérfanos a causa del Sida. Tenemos programas de asistencia para darles alimento y poder mandarlos a la escuela. Pero ciertamente no podemos resolver este problema solos” (L.M.) (Agencia Fides 18/9/2003 Líneas: 36 palabras: 467)
