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Cabo Delgado (Agencia Fides) - Secuestros, desapariciones, violencia sexual, destrucción de bienes, incluidas escuelas, centros de salud y lugares de culto, son la causa principal de la huida de miles de personas de sus hogares en busca de seguridad, reunificación familiar o mejores oportunidades para ganarse la vida. La situación en el campo de asentamiento de Corrane, que alberga a desplazados por la violencia perpetrada por grupos armados no estatales en la provincia septentrional de Cabo Delgado, es especialmente grave. Inaugurado en 2019 en la vecina provincia de Nampula, Corrane alberga actualmente a unos 7.000 desplazados internos. Según el organismo DHPI de la Conferencia Episcopal Sudafricana (SABC), "estas personas intentan subsistir en medio de la hostilidad de la población local desplazada".
Desde hace cinco años, los ataques de grupos armados no gubernamentales en el norte de Mozambique obligan a miles de familias a abandonar sus tierras. Se trata de una escalada de violencia que comenzó en 2017 y que sigue provocando ataques en aldeas y ciudades y asesinatos de civiles. Hasta la fecha, se han producido más de 2.500 muertes y casi un millón de desplazados, el 79% de los cuales son mujeres y niños. La violencia de género, incluidos la explotación y los abusos sexuales, son las principales preocupaciones de las mujeres, las chicas y los muchachos desplazados.
Mozambique se encuentra entre los países menos desarrollados del mundo, ocupando el puesto 185 de 191 países en el Índice de Desarrollo Humano 2022. Según datos recientes registrados por la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA), más de un millón de mozambiqueños son desplazados internos en la provincia de Cabo Delgado debido también al devastador impacto del cambio climático y de fenómenos meteorológicos como ciclones, tormentas tropicales e inundaciones - siendo Nampula una de las provincias más expuestas -. Además de los desplazados internos, Mozambique también acoge a unos 28.000 refugiados.
La OCHA informa que en 2023, la respuesta humanitaria en el norte del país se dirigirá a 1,6 millones de los dos millones de personas más necesitadas de asistencia y protección en Cabo Delgado, Nampula y Niassa debido al impacto continuo del conflicto armado, la violencia y la inseguridad en la región.
(AP) (Agencia Fides 7/3/2023)
