ÁFRICA/NIGERIA - Las elecciones del 25 de febrero y del 11 de marzo marcarán un antes y un después para Nigeria

viernes, 24 febrero 2023 elecciones   violencia  

Abuja (Agencia Fides) - Dos "viejos zorros" de la política nigeriana y un (casi) outsider muy querido por la población más joven. Estos son los tres principales contendientes en las elecciones presidenciales que se celebrarán mañana, 25 de febrero, en Nigeria.
Lo que une a los tres aspirantes es únicamente el hecho de que ninguno tiene formación militar, a diferencia del Presidente saliente, Muhammadu Buhari, que no puede volver a presentarse porque ha llegado al final de su segundo mandato. Bola Ahmed Tinubu, de 70 años, ex gobernador de Lagos, se presenta por el partido del presidente saliente, All Progressives Congress (APC), mientras que el principal partido de la oposición, el Partido Democrático de los Pueblos (PDP), está representado por Atiku Abubakar, de 76 años, que fue vicepresidente en la segunda presidencia de Olusegun Obasanjo (que fue presidente de 1976 a 1979 y luego de 1999 a 2007), y ya se ha presentado cinco veces a las elecciones presidenciales.
Tanto Tinubu como Abubakar son exponentes de las élites del norte musulmán, en violación de la regla no escrita de alternancia entre un presidente del norte musulmán (como el saliente Buhari) y otro del sur cristiano.
El tercer candidato principal procede del Sur. Peter Obi, de 61 años, ex gobernador del estado de Anambra (sureste), encarna las esperanzas de renovación, especialmente de los jóvenes. Obi abandonó el PDP para unirse al Partido Laborista (LP) en 2022 y desde entonces ha ganado un apoyo considerable entre los segmentos más jóvenes del electorado nigeriano.
La grave situación de inseguridad y la economía nacional son los principales problemas que afligen a los nigerianos y a los que la clase política está llamada a dar respuesta ( véase Fides 21/2/2023).
Las elecciones de este año se consideran un hito en la historia democrática del país, ya que, además de la votación presidencial del 25 de febrero, también se votará por los 469 escaños de la Asamblea Nacional, a los que se presentan 4.223 candidatos. Además, el 11 de marzo, 28 de los 36 estados elegirán a un nuevo gobernador, ya que 17 gobernadores en ejercicio han llegado al límite de su mandato y, por tanto, no podrán presentarse de nuevo. Las expectativas de renovación del liderazgo político a nivel local y federal son, por tanto, muy altas. Si no se tienen en cuenta, se corre el riesgo de generar más tensiones y violencia en un país de más de 213 millones de habitantes (el electorado es de 93 millones), cuatro de cada 10 de los cuales viven por debajo del umbral de pobreza, sin electricidad, agua potable ni saneamiento. Históricamente, además, el proceso electoral ha coincidido con una oleada de acontecimientos violentos protagonizados por los partidos políticos, desplegados según criterios étnicos y sectarios. A pesar del acuerdo firmado en septiembre de 2022 por los candidatos y dirigentes de los 18 partidos políticos para una campaña pacífica, la contienda electoral de este año ha vuelto a estar marcada por la violencia.
(L.M.) (Agencia Fides 24/2/2023)


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