ASIA/CHINA - La “profecía” de Celso Costantini, 100 años después de su llegada a Pekín

martes, 8 noviembre 2022 misión   evangelización   iglesias locales   cardenales   congregación para la evangelización de los pueblos  

Pordenone (Agencia Fides) - El 8 de noviembre de 1922, hace exactamente cien años, el obispo italiano Celso Costantini llegó a Hong Kong de camino a Pekín después de un largo viaje, enviado por el Papa Pío XI como primer delegado apostólico en China. Una misión que se mantuvo en secreto hasta su llegada a Hong Kong, para protegerla del sabotaje de las potencias europeas. «De cara sobre todo a los chinos - escribiría más tarde Costantini en sus memorias, recordando la llegada a su destino – me pareció oportuno no acreditar en modo alguno la sospecha de que la religión católica pudiese parecer estar bajo protección o, peor aún, se viese como instrumento político al servicio de las naciones europeas. Quise, desde mis primeros actos, reivindicar mi libertad de acción en el ámbito de los intereses religiosos, negándome a ser acompañado ante las autoridades civiles locales por representantes de naciones extranjeras. Habría dado la impresión de estar subordinado en China a esos Representantes».
Exactamente cien años después de la llegada de Celso Costantini a Pekín, en el vídeo adjunto, realizado para la Agencia Fides por Teresa Tseng Kuang yi, se reconstruye la importancia de aquel día y el papel profético asumido por la figura de Celso Costantini en el acontecer del catolicismo chino gracias a la aportación del padre Bruno Fabio Pighin, profesor de la Facultad de Derecho Canónico S. Pio X de Venecia y Delegado Episcopal para la causa de canonización del propio Costantini.
El cardenal Celso Costantini (1876-1958), precursor del diálogo vaticano con Pekín, fue el primer Delegado Apostólico en China de 1922 a 1933. En esos años, Costantini consiguió que se celebrara el primer Concilio Nacional de la Iglesia Católica en China (Shangai 1924) y que se pusiera en marcha el proceso de “descolonización” eclesial, luchando contra los tozudos restos del Protectorado y todas las formas que seguían imponiendo rasgos europeos a la presencia católica en Extremo Oriente, acabando por presentarla como un correlato religioso de la expansión occidental en aquellas tierras. Gracias también a los esfuerzos de Costantini, los primeros 6 obispos chinos ordenados en los tiempos modernos fueron consagrados por el Papa Pío XI en la Basílica de San Pedro del Vaticano el 28 de octubre de 1926. En 1927, Costantini promovió la fundación de la Congregatio Discipulorum Domini (CDD), el primer instituto religioso clerical de China. Con su apoyo se fundó también la primera universidad católica de China, Fu Ren, ahora en Taiwán.
La Delegación Apostólica en Pekín no fue elevada al rango de nunciatura hasta después de la guerra, en 1946. Ese mismo año, Pío XII estableció la Jerarquía Episcopal China, reconociendo su responsabilidad y autonomía de gobierno respecto a las instituciones occidentales. Estos resultados se lograron sobre todo gracias al trabajo paciente y tenaz de Celso Costantini, que había seguido apoyando el florecimiento de la Iglesia católica autóctona en China incluso desde Roma, donde se había convertido en Secretario de la Congregación de Propaganda Fide en 1935.
Costantini ocupó el cargo de Secretario del Dicasterio Misionero hasta 1953. El Papa Pío XII lo creó Cardenal en el Consistorio del 12 de enero de 1953. Falleció en Roma el 17 de octubre de 1958 En septiembre de 2016 (véase Fides 6/10/2016) la Conferencia Episcopal de Triveneto (de donde era originario) anunció que se había pronunciado favorablemente “sobre el inicio de la causa de beatificación del cardenal Celso Costantini (1876-1958), figura de notable impulso misionero y caridad pastoral, así como evangelizador de China, originario de la diócesis de Concordia – Pordenone”.
(GV) (Agencia Fides 8/11/2022)


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