ÁFRICA/UGANDA - Ébola, desnutrición, analfabetismo: los centros sanitarios de los religiosos camilos al servicio de los más pobres

viernes, 21 octubre 2022

MI

Musoli (Agencia Fides) - La desnutrición, la pobreza, el analfabetismo y el desempleo son algunos de los principales retos del país. A esto se ha añadido, desde principios de septiembre, una epidemia de ébola, que hasta ahora parece estar limitada a dos distritos. Los datos de la Organización Mundial de la Salud informan de 60 casos confirmados y 20 probables, con 44 muertes y 25 curaciones. El presidente ugandés, Yoweri Museveni, había impuesto el toque de queda en los dos distritos del brote, Mubende, a 80 km de Kampala, y Kassanda, junto con la prohibición de viajar y el cierre de lugares públicos. La preocupación es que el virus se extienda a la capital, donde viven 1,5 millones de personas.
En este contexto de precariedad trabajan, entre otros, los religiosos de la Orden de los Ministros de los Enfermos, los Camilos, presentes en Uganda desde el año 2000 en varios departamentos. “En los dos centros de salud que tenemos en el país tratamos de servir a los pobres de la zona”, escribe a la Agencia Fides el P. Babychan Pazhanilath, MI, Superior de la delegación camiliana de Uganda.
“En los últimos dos años – dice - hemos puesto en marcha varios proyectos para ayudar a la población local formando a 70 niñas pobres/abandonadas. Sastrería, hostelería, peluquería: dos años de formación a través de los cuales pueden encontrar un trabajo digno y así construir su futuro y su familia. Otra iniciativa que nos interesa mucho, y que estamos llevando a cabo, es en favor de los jóvenes desempleados de familias pesqueras. Actualmente ayudamos a 36 familias proporcionándoles todo lo que necesitan para sus actividades”.
Entre las plagas que afligen a la población ugandesa se encuentra la elevada tasa de VIH, explica el misionero. “Apoyamos a 50 familias pobres, algunas de ellas infectadas por el VIH, otras con cáncer. Hay una gran necesidad de tener un centro de cuidados paliativos para los pobres. Muchos niños no pueden ir a la escuela a causa de la pobreza, y por desgracia sólo podemos mantener a unos pocos”.
“Esperamos y rezamos a San Camilo, nuestro fundador, para que muchas personas generosas quieran compartir nuestro sueño y nuestro ministerio”, concluye el padre Babychan.
Actualmente, la misión camiliana en Uganda cuenta con tres sacerdotes locales, ocho profesos temporales, cinco novicios y 13 postulantes.
(AP) (Agencia Fides 21/10/222)


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