ASIA/PAKISTÁN - La misión de un hospital católico incluye también los cuidados paliativos para los enfermos terminales

martes, 18 octubre 2022 sanidad   misión  

Clínica móvil del St. Elisabeth hospital

Hyderabad (Agencia Fides) - En la aldea de Achi Masjid, en la Chamber Road, a 40 km de la ciudad de Hyderabad, en la provincia paquistaní de Sindh, la presencia de ese grupo de médicos y enfermeras es considerado por la población local como un regalo de la providencia. El equipo del St. Elizabeth Hospital, un hospital católico de Hyderabad, centro de excelencia en el sur de Pakistán, cumple así su misión sanitaria en los suburbios, gracias a su personal médico de trabajadores cristianos, musulmanes e hindúes. La clínica móvil instalada por el hospital visita los pueblos de la zona dedicando días enteros al reconocimiento médico, tratamiento y seguimiento de la población más pobre. Las casi 40 familias (cristianas, musulmanas e hindúes) de la aldea de Achi Masjid han esperado pacientemente que se les hicieran los exámenes médicos y para retirar sus medicinas: “En esta maratón especial de salud se han revisado y examinado médicamente un total de 391 personas, entre las que había mujeres, niños y ancianos, con trastornos gripales, pero también dengue, paludismo, enfermedades de la piel, infecciones oculares o auditivas”, explica el misionero australiano P. Robert Mc Culloch, de la Sociedad de San Columbano, que es presidente del Consejo del St. Elizabeth Hospital. “Esta es nuestra misión pastoral en el ámbito de la salud: atender a los enfermos, de forma totalmente gratuita, con el espíritu de compasión del Buen Samaritano”, señala.
La estructura trabaja en la respuesta a la crisis sanitaria, que se ha visto agravada durante los años de la pandemia y que aún se vive en Hyderabad y las zonas rurales de los alrededores. La infraestructura sanitaria de Pakistán se ha visto afectada por la pandemia, pero “hay que recordar que el gasto sanitario total de los gobiernos federal y provinciales de Pakistán ha sido sólo del 1,2% del PIB desde hace algunos años, lo que no es adecuado para una población de 220 millones de personas”, señala el misionero. Aunque el país cuenta con una legislación sanitaria que los observadores consideran de buen nivel, en cuanto a sus objetivos e ideas subyacentes, los organismos sanitarios estatales luchan por alcanzar los objetivos establecidos en la ley sobre el acceso a la asistencia, especialmente debido a la escasez de recursos financieros. Por ello, la aplicación para conseguir los objetivos mínimos de la sanidad pública, en muchas regiones y territorios, recae en el sector privado, incluidas las estructuras construidas y gestionadas en Pakistán por las iglesias cristianas, de diversas denominaciones.
En este marco, el hospital católico St. Elizabeth, que funciona gracias a donantes y benefactores, aporta su contribución sobre todo para la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 3 de la ONU, el relativo a la salud pública.
La estructura, iniciada en 1958, es propiedad de la diócesis católica de Hyderabad y funciona con su propio consejo, administración y dirección. Cuenta con más de 80 camas y, a lo largo de los años, se ha especializado en la atención médica materna y neonatal. Tiene tres quirófanos, yn ambulatorio, sala de urgencias y equipos de rayos X digitalizados. Es conocido en Sindh como un hospital altamente cualificado en términos de estándares sanitarios y de tecnología.
“Beneficiamos a personas de todas las etnias, culturas y religiones, sin ninguna discriminación”, señala el padre Mc Culloch. Además de la atención ordinaria, el hospital promueve dos actividades especiales: el programa de atención médica con la clínica móvil, muy popular en la zona, especialmente en los pueblos más alejados de las ciudades; y un programa pionero de cuidados paliativos a domicilio, dedicado a los enfermos terminales: único en Pakistán.
Con su programa de atención médica móvil, activo desde 2008, el St. Elizabeth Hospital ofrece servicios médicos a más de 50.000 personas pobres cada año. “Los médicos se concentran en las ciudades. El acceso a la asistencia sanitaria básica en las zonas rurales de Pakistán es limitado; la pobreza lo hace casi imposible”, dice el misionero a la Agencia Fides, señalando los problemas estructurales: el elevado crecimiento demográfico, la distribución desigual de los trabajadores sanitarios, la escasez de personal, la financiación insuficiente y la escasa calidad de los servicios sanitarios. La clínica móvil ofrece atención y tratamiento “de forma regular, profesional, compasiva y gratuita a muchas poblaciones tribales o semi-nómadas, a menudo agricultores. La mayoría son hindúes, muchos son musulmanes y cristianos”, señala, aliviando problemas sanitarios generalizados como la malaria, la fiebre tifoidea, la gastroenteritis, las infecciones de las vías respiratorias, la anemia, la ictericia, las infecciones víricas, la deshidratación, las enfermedades de la piel y la tuberculosis.
En el segundo programa específico, a través de los cuidados paliativos a domicilio, los médicos del St. Elisabeth ofrecen atención sanitaria a los enfermos de cáncer en fase terminal: es el único hospital de Pakistán que ofrece estos cuidados. El presidente explica: “Se trata de cuidados paliativos gratuitos. Es un servicio de urgencias de 24 horas y de visitas periódicas. En los últimos meses, hemos tratado a 20 pacientes de cáncer de esta manera, 17 de los cuales estaban en la cuarta fase. Nuestras 4 enfermeras y 2 médicos han realizado 174 visitas a domicilio, a menudo viajando en moto por caminos accidentados y sin asfaltar hasta las casas de los pacientes”. Además “una de nuestras enfermeras está cursando un diploma de especialista en enfermería oncológica en Karachi”.
“Nuestra misión - concluye el padre Mc Culloch - está en sintonía con lo que la Santa Sede ha dicho con motivo del Día Mundial de la Salud 2021: el objetivo es luchar contra las desigualdades en materia de salud y garantizar el acceso a la asistencia sanitaria, especialmente a los más vulnerables y marginados”.
El hospital está especializado en atención y asistencia materna, neonatal e infantil: de hecho, la tasa de mortalidad neonatal y la tasa de mortalidad materna en Pakistán son de las peores de Asia, según el Pakistan Economic Survey 2020-2021.
En esta situación, el hospital también ha puesto en marcha una "Escuela de Obstetricia", a la que asisten mayoritariamente chicas que, de este modo, mejoran su posición socioeconómica convirtiéndose en matronas profesionales y, gracias al camino de la emancipación humana y profesional, tienen a su vez la oportunidad de asistir y hacer el bien a las mujeres de su territorio.
(PA) (Agencia Fides 18/10/2022)


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