ÁFRICA/RD CONGO - El obispo Kimbeni, recién elegido en Kisantu: "La población es solidaria y está cerca del Santo Padre".

sábado, 18 junio 2022

CK

Kinshasa (Agencia Fides) - "No me imaginaba dejar Kinshasa tan pronto, he echado de menos esta Archidiócesis durante tantos años. Volver aquí en septiembre de 2020 fue una gran alegría. Para trabajar aún más". Son las palabras de Mons. Jean-Crispin Kimbeni Ki Kanda, nombrado Obispo de la Diócesis de Kisantu el 11 de junio de 2022 (véase Agencia Fides 13/6/2022). Contactado por la Agencia Fides, Mons. Kimbeni, hasta ahora obispo auxiliar de Kinshasa, ha expresado su gratitud y sorpresa por este paso.
"Fui elegido obispo auxiliar de Kinshasa el 29 de junio de 2020 y consagrado el 10 de octubre del mismo año", escribe. El pasado 11 de junio, el Santo Padre me ha nombrado obispo diocesano de Kisantu. Así pues, han pasado 20 meses desde que comencé mi ministerio episcopal. En estos meses, el trabajo pastoral ha sido intenso y abundante. Kinshasa es una megalópolis desafiante. El arzobispo, el cardenal Fridolin Ambongo, me encomendó dos importantes, exigentes y arduas tareas: la vida consagrada y la administración. He de decir que ha sido una bonita experiencia, además de rica y enriquecedora al lado del Cardenal y en colaboración con los demás obispos auxiliares, al principio éramos cuatro, luego nos quedamos tres".
Mons. Kimbeni, que también ha sido oficial de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha recibido este nuevo encargo con alegría y asombro. "Es cierto que Kinshasa es mi diócesis de incardinación, pero he tenido que readaptarme después de mi pasado curial en Roma, durante unos buenos 18 años. No fue fácil, pero en general me readapté rápidamente. Mi traslado a la diócesis de Kisantu es una sorpresa para mí y me llena de alegría. Trato de considerar siempre la voluntad de Dios y no la mía. Agradezco al Señor su presencia en mi vida y su confianza en mi pobre persona. También agradezco al Santo Padre, el Papa Francisco, su preocupación por la iglesia particular de Kisantu y la confianza que deposita en mí. Confío en que la nueva misión, aunque con muchos retos, irá bien con la ayuda del Señor y el compromiso de los fieles de Kisantu: sacerdotes, consagrados y laicos”.
Y añade: "No tengo ningún objetivo concreto por el momento. Tomaré posesión canónica de la sede el 6 de agosto. Y después de eso, comenzaré a recorrer la diócesis. De este modo, trataré de identificar las necesidades de la diócesis y juntos, con todos y junto a los más estrechos colaboradores, de manera sinodal, identificaremos e indicaremos las soluciones pastorales a aportar. Los retos son numerosos por lo que he oído de manera informal, ya que todavía no estoy allí. Hay algunos comunes a las iglesias jóvenes: la insuficiencia de personal y medios apostólicos para la labor pastoral, la amplitud del territorio, ciertas prácticas ligadas a tradiciones que aún no han sido evangelizadas".
“Por lo que he notado, desde el día del anuncio de mi nombramiento como obispo de Kisantu – señala - ha habido expresiones de alegría entre el pueblo de Dios, el clero, el mundo de la vida consagrada y los laicos, especialmente los jóvenes. He recibido muchas llamadas de felicitación y de ánimo. De este modo he podido sentir que el Pueblo de Dios está deseando verme allí. La iglesia de Kisantu me acoge con gran alegría y entusiasmo. Algunos ya han impreso carteles con mi foto, la de la Iglesia Catedral, con las palabras de saludo y bienvenida”.
Ante la pregunta a monseñor Kimbeni sobre cómo participa la diócesis de Kisantu en el próximo Sínodo convocado por el Papa Francisco comenta: “Sé que la Iglesia de Kisantu, como todas las demás Iglesias particulares del país, está implicada en el camino sinodal convocado por el Papa Francisco. En cuanto tome posesión de la diócesis visitaré las conclusiones de dicho proceso sabiamente seguido por el Cardenal Fridolin Ambongo como Administrador Apostólico”.
Al finalizar la entrevista, Mons. Kimbeni comenta el aplazamiento del viaje del Papa previsto para principios de julio. “Ante la noticia del aplazamiento del viaje del Santo Padre, la población congoleña, no sólo los católicos, se sintió muy decepcionada. La razón es que muchos pensaron que el viaje se había cancelado, pero después de algunos discursos explicativos y aclaratorios del Nuncio Apostólico, Monseñor Ettore Balestrero, del Cardenal Fridolin Ambongo, Arzobispo de Kinshasa, de Monseñor Marcel Utembi, Arzobispo de Kisangani y Presidente de la Conferencia Episcopal del Congo (CENCO), y de los demás Obispos en sus respectivas diócesis, la gente comprendió que la visita sólo se había pospuesto. La población es solidaria y está cerca del Santo Padre, rezando mucho por su pronta recuperación. El pueblo de la República Democrática del Congo permanece fiel en la oración (Romanos 12:12), sabiendo que para Dios nada es imposible (Luca 1, 37)”.
(CK/AP) (Agencia Fides 18/6/2022)

CK


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