ASIA/MYANMAR - Amnistía Internacional: graves actos de violencia contra la población civil en los estados birmanos de Kayah y Kayin

jueves, 2 junio 2022 derechos humanos   guerra civil   crímenes de guerra   sociedad civil  

Amnesty International

Yangon (Agencia Fides) - La violencia en los estados birmanos de Kayah y Kayin volvió a estallar tras el golpe de Estado de febrero de 2021, pero se ha intensificado aún más desde el pasado mes de diciembre hasta marzo de 2022, provocando la muerte de cientos de civiles y 150.000 desplazados.
Los civiles son los que pagan el precio más alto con continuas matanzas, saqueos e incendios que tienen todas las características de las tácticas de "castigo colectivo". Así lo afirma el informe de Amnistía Internacional "Bullets rained from the sky: War crimes and displacement in eastern Myanmar", una investigación realizada por Amnistía en los dos estados de Kayin y Kayah, en el este de Birmania, fronterizos con Tailandia.
El "Tatmadaw", el ejército que responde a la junta militar, ha sometido a los civiles karen y karenni (presentes en esos estados) a "castigos colectivos mediante ataques aéreos y terrestres generalizados, detenciones arbitrarias que a menudo desembocan en torturas o ejecuciones extrajudiciales, y el saqueo e incendio sistemáticos de aldeas".
Más de cien testigos de la zona fronteriza contaron a los reporteros de Amnistía historias terribles que llevaron a la organización a afirmar que el Tatmadaw "cometió sistemáticamente atrocidades generalizadas, como el asesinato ilegal, la detención arbitraria y el desplazamiento forzado de civiles". Dichas acciones son susceptibles de ser acusadas de "crímenes de guerra y probables crímenes contra la humanidad" debido a las constantes matanzas, saqueos e incendios "que tienen todas las características de las tácticas típicas de castigo colectivo del ejército", señala el Informe.
Algunos ataques, se explica, parecen haber tenido como objetivo directo a civiles como supuestos partidarios de los grupos armados o del levantamiento posterior a Golpe. En otros casos, el ejército disparó indiscriminadamente contra zonas civiles donde también había objetivos militares. Estos ataques, según Amnistía, violan el derecho internacional humanitario y constituyen "crímenes de guerra". Si los ataques contra la población civil deben ser "generalizados o sistemáticos" para constituir "crímenes contra la humanidad" -continúa el documento consultado por la Agencia Fides-, en los estados de Kayin y Kayah se trata de crímenes como el asesinato, la tortura, el traslado forzoso y la persecución por motivos étnicos.
En las operaciones en curso, el ejército de Myanmar ha disparado repetidamente armas explosivas con amplios efectos sobre zonas civiles pobladas. Decenas de testigos informaron a Amnistía Internacional de bombardeos que duraron días. La organización documentó 24 ataques de artillería o mortero entre diciembre de 2021 y marzo de 2022 que mataron o hirieron a civiles o causaron la destrucción de viviendas, escuelas, instalaciones sanitarias, iglesias y monasterios. La Agencia Fides ha recibido testimonios de primera mano de estas represalias contra presuntos militantes, rebeldes contra el gobierno militar, hablando de ello con varios sacerdotes y religiosas en el estado de Kayah, donde hay un alto porcentaje de católicos y cristianos.
Según el informe, el ejército de Myanmar llevó a cabo detenciones arbitrarias de civiles por razón de su comunidad o por ser sospechosos de apoyar a la insurgencia. Los detenidos fueron a menudo torturados, desaparecidos forzosamente o ejecutados. Según los testigos, los militares birmanos dispararon a los civiles, incluidos los que intentaban huir a través de un río en la frontera tailandesa. Además, los soldados saquearon e incendiaron sistemáticamente grandes sectores de las aldeas de los estados de Kayin y Kayah, como muestran las imágenes por satélite publicadas por Amnistía.
La organización también señala el peligro de que la guerra no permita una distribución justa de la ayuda humanitaria. El tema será abordado por la enviada especial de la ONU para Myanmar, Noleen Heyzer, a quien se espera en el país en breve.
(EG-PA) (Agencia Fides 2/6/2022)


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