ÁFRICA/ETIOPÍA - “Un abismo que sólo el amor divino puede saciar": la canonización de Carlos de Foucauld vivida por una misionera de la ‘última milla’

lunes, 16 mayo 2022

AA

Gode (Agencia Fides) – “Miro a San Carlos de Foucauld y me siento reconfortado y animado ante mi falta de eficacia humana. Insistió en la vida ordinaria y cotidiana de vivir con Jesús bajo la mirada del Padre, y dejó que su vida se convirtiera en su medio de misión, de hacer presente la Caridad de Jesús”. Son las palabras que la hermana Joaquín Brown, misionera en Gode, en la región somalí de Etiopía, ha enviado a la Agencia Fides comentando la canonización de San Carlos de Foucauld celebrada el domingo 15 de mayo de 2022 por el Papa Francisco (véase Agencia Fides 14/5/2022).
“Me encuentro aquí, con toda mi pobreza humana, privada de recursos humanos, frente a un mar de necesidades. Leer y escuchar artículos sobre el santo y su espiritualidad, así como su biografía, ha supuesto una oportunidad para volver a mirar su vida y descubrir lo que el Señor puede invitarnos a vivir en este rincón del mundo que tiene 50.000 kilómetros cuadrados y medio millón de habitantes”, insiste la misionera.
“La convicción de Charles de que estaba llamado a vivir la vida de Jesús en Nazaret, con toda la ordinariez y monotonía que esto significaba, es para mí un gran faro de luz aquí, donde no hay mucho que podamos hacer, excepto permitir que la vida de Jesús se extienda. El sufrimiento y la pobreza de la gente que nos rodea, especialmente las mujeres y sus hijos, nos llevaría a la desesperación si la misión fuera la de poder cambiarlo todo”, explica la hermana Joaquín.
“Los pequeños signos de amor que tratamos de hacer presentes en nuestra misión, a cien metros del límite legal de la Prefectura Apostólica de Robe, no cambian mucho la vida cotidiana de aquellos a los que tratamos de servir, salvo de forma superficial. Al fin y al cabo -subraya la religiosa que vive su carisma misionero en esta zona desde hace ocho años-, los frágiles lazos de amistad que intentamos desarrollar con quienes entramos en contacto es lo único que puede durar”.
“He esperado este día con inquietud. Frente al cuadro de San Carlos, que había colocado bajo el altar en el día especial de su canonización, pensé en que esta misión aquí en Gode es tan adecuada para las mujeres, para acoger a los demás en su fragilidad y necesidad, y servirles con los pobres medios de que disponemos, sabiendo que más allá de la necesidad física hay un abismo que sólo el amor divino puede saciar. Pensé en la necesidad de Carlos de vivir entre los pobres, en cómo ellos le servían incluso cuando él les servía, permitiéndole tocar algo de la presencia de Jesús en ellos; en cómo la Madre Teresa me había ayudado a ver esta misma presencia en los pobres; y en la profunda unidad de las diferentes vidas de los santos reunidas en la simplicidad del Evangelio”.
“Por la noche, durante un breve tiempo de adoración eucarística, he dado gracias a Dios por el don de este nuevo santo y por el modo en que quiso vivir tan identificado con el Hijo en su abandono al Padre, dejando que cada momento de su vida se convirtiera en un espacio para difundir el amor de Jesús”.
La hna. Joaquín concluye su reflexión destacando cuanto esta canonización es para ella “una invitación del Espíritu Santo a aprender de San Carlos a entregarse una y otra vez al Señor, para que Él atraiga a su pueblo hacia sí, por los medios que Él quiera, incluso a través de la ‘ordinariez’ de cada día”.
“¡San Carlos de Foucauld, ruega por nosotros e intercede por nuevos y fervientes misioneros dispuestos a gastar su vida ante el Señor en las tareas ordinarias de ser hermanos de aquellos a los que son enviados!”
(JB/AP) (Agencia Fides 16/5/2022)

AA


Compartir: