ASIA/CHINA - Profundizar y vivir el carisma en el camino sinodal: la primera congregación religiosa femenina autóctona de China celebra 150 años

lunes, 2 mayo 2022 institutos religiosos   animación misionera   sinodalidad  

Pekín (Agencia Fides) - Recorrer la historia, profundizar y revivir el carisma del fundador emprendiendo el camino sinodal: estos son los objetivos de la celebración del 150 aniversario de la fundación de la primera congregación religiosa femenina autóctona de China, la Congregación Religiosa de San José de la Archidiócesis de Pekín. Siguiendo los pasos de su fundador, Mons. Louis-Gabriel Delaplace, CM, entonces arzobispo de Pekín, desde 1872 las hermanas han continuado su intenso compromiso pastoral y misionero, viviendo la vida comunitaria, a pesar de la pandemia y sus consecuencias en la vida de la Iglesia. De hecho, las hermanas han renovado sus votos religiosos con la sola participación virtual de amigos y familiares.
Los fieles laicos han sido siempre su primer compromiso de apostolado, por lo que periódicamente promueven una “Jornada de Apertura” para acoger a los laicos y también a los no cristianos. Viven esta ocasión en cuatro momentos: presentación de la historia y la vida de la congregación; visita guiada; seminario o simple encuentro de intercambio; oración en la capilla. En cada ocasión pueden acoger a un centenar de personas, no sólo cristianos. En algunas circunstancias también invitan a las hermanas que estudian en el seminario nacional de Pekín, que vienen de todo el país, para que compartan su vocación y la experiencia de la vida comunitaria.
Tras 30 años de cierre provocado por la revolución cultural, la congregación religiosa diocesana de Pekín dedicada a San José volvió a reabrir en 1986, con seis jóvenes de las afueras de Pekín. Hoy la congregación celebra 150 años de fundación con grandes logros en el campo pastoral y de evangelización. Actualmente, las 49 religiosas trabajan en varias diócesis, parroquias, escuelas, clínicas y en una residencia de ancianos.
Las candidatas deben poseer las aptitudes religiosas, culturales, psicológicas y morales necesarias para seguir las exigentes normas de la vida comunitaria. Para su formación se ofrecen cursos de Sagrada Escritura, catecismo, historia de la Iglesia, teología fundamental, derecho canónico, liturgia, espiritualidad, filosofía y música sacra. También hay cursos de física, literatura china, tradición moral china, ciencias sociales y lengua extranjera. El lema de la congregación está tomado de 1 Cor 9,19 ("Me he hecho servidor de todos para ganar el mayor número") y de Lucas 17,10 ("Cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: Somos siervos inútiles. Hemos hecho lo que teníamos que hacer").
La Congregación fue fundada por Mons. Louis-Gabriel Delaplace, CM, obispo de Pekín, en 1872. Según fuentes históricas, durante un tiempo de meditación y oración, el obispo Delaplace se inspiró en San José para fundar una congregación religiosa china. La propuesta se discutió en el Concilio Vaticano de 1870. Tras dos años de preparación, con la ayuda de las Hermanas Canosianas, se fundó en 1872 en Pekín la Congregación de San José, cuyos miembros procedían exclusivamente de Pekín y sus alrededores. Hoy en día hay hermanas de varias provincias chinas. Según el fundador, la finalidad principal de la Congregación es el servicio (eclesial y social) y la misión. En 1941 la Congregación reformó su estructura, cambió sus estatutos y su hábito religioso, y añadió la profesión del voto de pobreza (antes los religiosos profesaban sólo los votos de obediencia y castidad). La fecha de la profesión religiosa siempre ha estado vinculada a la fiesta de San José. La actividad de las hermanas se desarrolla principalmente en los ámbitos de la salud y la educación, pero siempre están disponibles para las peticiones y necesidades de la diócesis.
(NZ) (Agencia Fides 02/05/2022)


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