EUROPA/POLONIA - Misioneros y laicos junto a las madres ucranianas que no pierden la esperanza de volver pronto a casa

sábado, 30 abril 2022

SMA

Génova (Agencia Fides) – “Ser testigo de lo que está causando la guerra en Ucrania es un sentimiento fuerte que hace sufrir al corazón. Muchas personas que hasta ayer llevaban una vida normal se encuentran ahora durmiendo en un catre dentro de un enorme edificio, codo con codo con otras 3.000 personas desconocidas, mujeres y niños de todas las edades, ancianos en sillas de ruedas…”. Así lo explica Stefania, voluntaria SMA en la casa misionera de Génova, que acaba de regresar de Polonia, donde ha pasado una semana como invitada de la SMA en Birzencin, a 14 km al oeste de Varsovia, para trabajar como voluntaria con las madres ucranianas.
“Junto con los padres de la SMA y algunos voluntarios, fuimos a visitar uno de los centros de acogida y clasificación organizados por la ciudad de Varsovia para los refugiados ucranianos donde había mujeres esperando el momento de hacer una video-llamada a sus hombres, los niños a sus padres que estaban encantados de ver a sus pequeños dando sus primeros pasos”, explica Stefania. “Así es su vida ahora, y se quedan allí en Polonia, pero con la firme esperanza de poder volver pronto a casa. Escenas fuertes que te hacen entender lo que la guerra está provocando, y participar de primera mano ha sido realmente duro. En la casa de Birzencin, he estado en estrecho contacto con unos 100 ucranianos. Podía oírlos por la mañana al despertarse, los niños jugaban delante de mi puerta y esperaban a que la abriera para hablar, porque lo divertido era poder saludarme y dar las gracias con el ‘traductor de Google’’”.
“Las mujeres siempre están ocupadas con la gestión de los niños y ayudan mucho a la casa que las acoge, haciendo todo tipo de servicios. De repente – dice para concluir la voluntaria – me he dado cuenta que mi tristeza se había desvanecido dando paso a la certeza de que el momento que estas personas están viviendo ahora es sereno. Tengo la sensación de que estas mujeres han sabido reaccionar con fuerza y que son capaces de vivir mirando más allá de los miedos justificados que nos paralizan tantas veces”.
Grzegorz Kucharski, Provincial de la SMA polaca, añade: “Desde el comienzo de la guerra hasta hoy hemos acogido a 2,3 millones de refugiados de guerra aquí en Polonia. Se les acoge en domicilios particulares, pero también en centros religiosos y casas como nuestra SMA, en las afueras de Varsovia y cerca de Cracovia”.
(MP/AP) (Agencia Fides 30/4/2022)


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