ÁFRICA/ETIOPÍA - En Tigray el sistema sanitario está totalmente colapsado: los médicos locales tratan de "improvisar".

miércoles, 27 abril 2022

Addis Abeba (Agencia Fides) - Cuatro semanas después del alto el fuego humanitario declarado por el gobierno etíope de Abiy el 24 de marzo (véase Agencia Fides 25/3/2022), que había fomentado la esperanza entre la población afectada, sólo cinco convoyes de unos 150 camiones han entrado en la región de Tigray.
Según una evaluación de las Naciones Unidas, se necesitan al menos 100 camiones de alimentos y otros suministros de emergencia cada día para satisfacer las necesidades de seis millones de personas en la región.
"Un convoy cada quince días no ayuda a nadie", ha dicho un funcionario que participa en la operación humanitaria. Han demostrado que los contenedores pueden llegar a las zonas afectadas, pero la realidad es que el gobierno está utilizando la ayuda como parte del proceso político".
Según fuentes oficiales, el gobierno ha rechazado estas afirmaciones y ha acusado al Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) de saquear camiones y bloquear la ruta utilizada por los convoyes humanitarios en la vecina región de Afar. Sin embargo, los cooperantes se preguntan por qué la ayuda sigue sin fluir.
La nota recibida por la Agencia Fides muestra que se ha prestado un mínimo de ayuda con los suministros médicos y alimentarios transportados en vuelos a Mekelle por la Organización Mundial de la Salud y la Cruz Roja. Pero los medicamentos transportados por avión son sólo el 4% de los necesarios, y la falta de combustible hace que muchos de los medicamentos caduquen antes de poder ser transportados a los centros de salud. "Sucede que los pacientes más afortunados están recibiendo medicamentos caducados", dice un alto funcionario de la oficina regional de salud de Tigray. "Los demás están sufriendo y muriendo sin ningún tratamiento".
"Intentamos improvisar", dice un trabajador sanitario de la sala de maternidad del hospital de Ayder. "Les decimos a las mujeres que traigan su ropa al hospital para usarla como gasas y compresas durante la cirugía y el parto. Los largos viajes que las mujeres embarazadas se ven obligadas a afrontar en condiciones dramáticas por la falta de transporte son la punta del iceberg", subraya. "Una mujer de 20 años perdió a uno de los gemelos que llevaba en brazos y desarrolló graves complicaciones tras ser llevada durante 18 horas en una camilla de madera en Ayder. Otra mujer, de 31 años, murió tras sufrir una fuerte hemorragia durante el parto porque no había sangre para una transfusión. Una tercera, de 28 años, murió de una infección fácilmente tratable". El médico añade detalles: "la mayoría de ellos están muriendo en casa por la falta de acceso y las deficiencias de los centros sanitarios. Todo esto podría evitarse fácilmente, seguro".
"A esto se suman los continuos cortes de electricidad que bloquean el suministro de oxígeno en Ayder. El sistema de oxígeno del centro de salud se ha incendiado dos veces en el último mes porque el personal no puede mantenerlo por falta de repuestos. Los respiradores del hospital se apoyan en un generador, pero en varias ocasiones las enfermeras -y a veces incluso los familiares de los pacientes- han tenido que manejar el respirador "con sus propias manos" debido al corte de energía. Cuando esto ocurre, la mayoría de las veces mueren. Es todo muy traumático", concluye el médico.
(AP) (Agencia Fides 27/4/2022)


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