AMÉRICA/PARAGUAY - El Arzobispo Martínez Flores a los laicos: “Vayan a las periferias y anuncien la buena noticia”

martes, 5 abril 2022 laicos   situación social   conferencias episcopales   política  

Luque (Agencia Fides) – “Si bien es también valiosa y necesaria la colaboración de los fieles laicos en las tareas y actividades pastorales relacionadas directamente con la vida de la parroquia… la misión fundamental del laico está fuera de los límites del templo parroquial, o de su grupo o movimiento apostólico”. Así lo ha recordado el Arzobispo Metropolitano de Asunción y Presidente de la Conferencia Episcopal del Paraguay, Adalberto Martínez Flores, al dirigirse a los participantes en el encuentro organizado por la Coordinadora Nacional de Laicos del Paraguay, que se celebró hace unos días en la ciudad de Luque.
Paraguay, de mayoría católica, ha subrayado el Arzobispo, “es uno de los países más inequitativos del mundo, donde la corrupción y la impunidad forman parte de nuestro paisaje cotidiano sin que se vea y se sienta la acción de los cristianos para cambiar esa situación. Es más, muchos de los que cometen o toleran los hechos de corrupción y de los que favorecen la impunidad, son bautizados católicos. Nosotros, obispos, clero, vida consagrada y laicos, necesitamos hacer un examen de conciencia sobre nuestra evangelización”.
Monseñor Martínez Flores ha recordado el contexto particular del Año de los Laicos que Paraguay está viviendo en 2022, y la Carta pastoral de los obispos para esta circunstancia, invitando a leerla y a utilizarla como instrumento precioso para vivir mejor la misión específica de los laicos “en la Iglesia y como Iglesia” (véase Fides 19/11/2021). “Ustedes, los laicos, son la gran mayoría de la Iglesia – ha exhortado - y es el momento de asumir protagonismo, sentido de pertenencia y profundizar su formación, comprometidos desde su fe a ser fermento en la masa, sal de la tierra y luz para la transformación de la sociedad”.
El Arzobispo ha instado a “no tener miedo” de comprometerse en transformar las situaciones de pecado que oprimen al país según el Evangelio: la corrupción, la inequidad, la violencia silenciosa de la pobreza que excluye y descarta a los más débiles, niños y ancianos, indígenas y campesinos, jóvenes sin oportunidades ni horizonte para sus vidas, familias desestructuradas, agresión al medio ambiente, entre otros males. En estas y otras situaciones penosas, los laicos participan por acción u omisión, se ven afectados y al tiempo son responsables, ha subrayado. Reiterando que los laicos son responsables de su participación en la administración pública y en la política, así como en todos los ámbitos de la vida social, cultural y científica. “El gran desafío es afrontar la realidad difícil de la sociedad, cada vez más violenta, desde la fe cristiana de los bautizados en el mundo. La Doctrina Social de la Iglesia es un instrumento precioso para transformar la política, la economía, la cultura y la educación, para ser constructores de la justicia y de la paz”.
Monseñor Martínez Flores por último ha remarcado que “nuestra misión es llegar con el Evangelio a las periferias geográficas y existenciales”, saliendo de los límites geográficos de la capilla, de la parroquia, de la diócesis, pero también “de nuestros prejuicios y de nuestras mezquindades” para llegar a las periferias existenciales. “No olviden que la Iglesia está para evangelizar. El objetivo no es la Iglesia, es el Reino de Dios y su Justicia. Y nosotros debemos ser instrumentos dóciles para que el Reino de Dios llegue y transforme las realidades temporales para que nuestro pueblo tenga, en Él, vida plena y vida en abundancia”.
(SL) (Agencia Fides 5/4/2022)


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