ÁFRICA/MALI - “Es casi total la confianza del pueblo en los militares que han tomado el poder”

miércoles, 2 febrero 2022 golpe   militares   iglesias locales  

Bamako (Agencia Fides) – “Nuestro país atraviesa una situación política delicada y complicada, en lo que se refiere a las relaciones con los países vecinos y con Francia, y desde el punto de vista geopolítico; no es fácil de entender porque el poder no fue tomado democráticamente pero la confianza del pueblo en los militares que han tomado el poder es casi total. Es obvio que el gobierno debe velar por mantener buenas relaciones con sus vecinos, con Francia y con Rusia, que está presente en el país, porque, junto al problema de la seguridad, está el enorme problema del desarrollo, que debe reanudarse lo antes posible”. El padre Edmond Dembele, Secretario General de la Unión de Sacerdotes de Malí, lo comenta a la Agencia Fides hablando sobre la situación general del país y la posición de la Iglesia. Malí está atravesando una fase de transición tras haber sufrido dos golpes de Estado en menos de un año (agosto de 2020 y mayo de 2021) y, en medio de mil dificultades como el cierre de sus fronteras por parte de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), que también ha aplicado nuevas restricciones al comercio y la ruptura de relaciones diplomáticas.
El padre Edmond Dembele comenta: “Malí ha tenido un gobierno militar durante mucho tiempo y muchas cosas han cambiado a nivel político, pero también en términos de confianza por parte de la gente. Los militares tomaron el poder para cambiar la situación de seguridad, que lleva 10 años en grave crisis debido a la continua penetración de los terroristas yihadistas. Los golpistas consideraron insuficientes las acciones del gobierno anterior y quisieron hacer un cambio. Francia y los países de la CEDEAO no están de acuerdo, pero hay que decir que los militares gozan de la confianza de una gran parte de la población. Han pedido ayuda a Rusia, algunos dicen que también a la fuerza mercenaria del grupo Wagner, pero el gobierno siempre lo ha negado. En cualquier caso, Rusia está presente en Malí”.
La CEDEAO pide a Malí el restablecimiento inmediato de la democracia y ha indicado un plazo muy corto para la vuelta a las urnas. El ejército, por su parte, dice que necesita tiempo para restablecer la seguridad en todo el país antes de celebrar nuevas elecciones.
El sacerdote añade: “El golpe de mayo de 2021 fue incruento, pero ya han pasado meses y la CEDEAO y Francia piden que se celebren elecciones, como estaba previsto antes del golpe, en febrero de 2022. Los militares han respondido que es imposible porque todavía hay muchos focos de violencia en el país, y no se pueden celebrar elecciones creíbles con la presencia de los yihadistas. En primer lugar está la seguridad, dicen, y después habrá que releer los textos en los que se basan las elecciones: las normas anteriores, según los militares en el poder, deben ser revisadas porque a las elecciones anteriores siempre han seguido graves problemas. En los últimos meses, el gobierno ha sometido a consulta a la población, y ésta se ha expresado así: «los militares tienen seis meses para hacer una propuesta que lleve a una votación en un máximo de cinco años»”. La Unión Africana propone 16 meses: “En este momento estamos discutiendo”, continúa el Secretario General, “con la esperanza de llegar a una fecha determinada y, mientras tanto, lograr una mayor seguridad. Malí está lleno de ejércitos extranjeros desde hace años (además de Francia, en Malí desde 2013, hay tropas de Bélgica, Dinamarca, Estonia, Rumanía, Alemania, Grecia, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa, España, Suecia e Italia, sin olvidar la MINUSMA, la misión de Naciones Unidas y los soldados estadounidenses desplegados por el US Africom, ed. Por supuesto, tenemos que entender qué significará la presencia rusa en Malí en el futuro. Sin embargo, para un futuro inmediato, la gente quiere paz y estabilidad”.
País de mayoría islámica (80% de la población), Malí cuenta con una minoría cristiana interna de alrededor del 5%, mayoritariamente católica. El papel de la Iglesia también es reconocido por el nuevo gobierno y la vía del diálogo está abierta. El padre Dembele concluye: “La Conferencia Episcopal emitió la semana pasada un mensaje en el que pedía al gobierno que dialogara con los países vecinos. A continuación, pidió a los fieles que siguieran rezando por la paz y por los gobernantes, para que la población deje de sufrir esta situación. Los obispos siempre han pedido que se respete la democracia. El canal de diálogo con el nuevo gobierno nunca se ha interrumpido. Recientemente, el Primer Ministro fue a la diócesis de San para inaugurar el nuevo hospital, no hay ningún conflicto. Pero la Iglesia hace oír su voz evangélica y proclama sus valores”.
(LA) (Agencia Fides 2/2/2022)


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