OCEANÍA/TONGA - Nubes de ceniza, falta de electricidad y trauma psicológico: la respuesta de la Iglesia

jueves, 27 enero 2022

Tonga (Agencia Fides) – “Hay cenizas por todas partes. La electricidad no es estable. Todavía no hay servicio telefónico para las islas más lejanas. No hay conexión a Internet. Entre los principales problemas está la falta de agua: la gente bebe agua embotellada de las tiendas, pero no hay suficiente para durar mucho tiempo y satisfacer las necesidades de todos”: es lo que comunica Cáritas Tonga a la red de Cáritas de Oceanía y Asia Pacífico que se están organizando para seguir la situación y enviar las primeras ayudas humanitarias, tras la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, el 15 de enero, y el posterior tsunami. La catástrofe ha afectado al 84% de las aproximadamente 105.000 personas que viven en el reino de Tonga, haciendo que el suministro de alimentos y agua a la población sea problemático.
Cáritas Tonga, y toda la Iglesia local, se ha movilizado plenamente para prestar socorro, ayuda y asistencia a la población damnificada. Según ha sabido la Agencia Fides, el cardenal Soane Patita Paini Mafi, obispo de Tonga, ha enviado una carta a todas las parroquias pidiendo donaciones de alimentos y otros materiales, para enviarlos especialmente a las islas Ha'apai, sobre todo a los desplazados que han sido trasladados a otros lugares. La Iglesia ha creado un "Equipo Diocesano de Catástrofes" especial, formado por al menos un representante de cada zona o vicariato, que se reunirá regularmente para supervisar la situación y las necesidades en las distintas islas. Las personas evacuadas de las islas Mango y Atata, en Tongatapu, están siendo alojadas temporalmente en Sopu, en la zona de Nuku'alofa.
La Iglesia señala “una clara necesidad de apoyo psicosocial para estos grupos en particular”. Aunque se espera que el gobierno organice ese apoyo, los trabajadores y voluntarios de Cáritas Tonga están atentos a los aspectos del trauma psicológico que acompañan a las catástrofes y emergencias de este tipo, y están preparados para supervisar la situación e intervenir también en este ámbito.
En la clasificación del Índice de Riesgo Mundial 2020, el archipiélago de Tonga (173 islas e islotes), es el segundo país del mundo más expuesto al riesgo de catástrofes causadas por el cambio climático, después de Vanuatu, otro archipiélago del Océano Pacífico.
El pasado mes de noviembre, el cardenal Mafi, obispo de Tonga y Niue, que también es presidente de Cáritas Oceanía, dio la voz de alarma en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima celebrada en Glasgow (Cop26), advirtiendo de la frecuencia de las tormentas, los ciclones, las inundaciones y la erosión de las costas, y señalando que “su tierra ya no es segura para las generaciones futuras”.
La diócesis de Tonga, que abarca todo el reino de Tonga y el estado insular de Niue, tiene una población de unos 15.000 católicos (sobre 105.000 habitantes), con 43 sacerdotes, dos hermanos y 34 religiosas, repartidos en 15 parroquias.
(PA) (Agencia Fides 27/1/2022)


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