ASIA/INDIA - Los alimentos para los pobres escasean: alarma de un jesuita por la seguridad alimentaria

miércoles, 20 octubre 2021 agricultores   derechos humanos   desarrollo   seguridad alimentaria  

Nueva Delhi (Agencia Fides) - Es una evidente injusticia que los pobres no tengan alimentos en la India, a pesar de que el país tiene abundancia de ellos, afirma el jesuita indio P. Irudhaya Jothi SJ, estudioso y promotor del derecho a la alimentación, analizando la situación de la seguridad alimentaria en el país y tocando el tema de las protestas de los agricultores.
El jesuita comenta a la Agencia Fides: “La India ocupa el puesto 101 de 116 países en el Índice Global del Hambre 2021. Sin embargo, es una tierra de abundancia. En cuanto a las reservas de alimentos, tenemos mucho más de lo que necesitamos para satisfacer el hambre de todo el mundo y todos podrían alimentarse en el país”. Sin embargo, continúa explicando, “los alimentos no se distribuyen proporcionalmente en la India. Lo paradójico es que el gobierno planea enviar cereales alimenticios para producir etanol (un compuesto químico orgánico) porque hay demasiado cereal. Pero si es así, el gobierno debería dar prioridad a las personas que carecen de alimentos y pasan hambre”, dice el padre Jothi, que también es trabajador social.
“India se encuentra en un estado lamentable en cuanto a la distribución de alimentos, debido a políticas equivocadas. El país está en manos de grandes empresas multinacionales. Y las políticas adoptadas por el gobierno no son favorables a los pobres. Es una situación preocupante y que nos deja perplejos”, señala.
El gobierno – continúa el sacerdote -, no debe hacer concesiones cuando se trata del hambre. “Tratamos de proyectarnos hacia fuera como uno de los países brillantes y avanzados del mundo, mientras que millones de personas carecen de alimentos”, señala el sacerdote, remarcando tal contradicción.
Como han demostrado datos y estudios recientes, la pandemia de Covid-19 ha empeorado el panorama del hambre en la India y otras partes del mundo en vías de desarrollo. "El Movimiento por el Derecho a la Alimentación realizó la encuesta sobre el hambre en muchos estados de la India. Los resultados de esta encuesta se han presentado al gobierno, pero éste no le ha prestado ninguna atención", dice el padre Jothi, hablando de familias, que conoce personalmente, que padecen hambre.
"El hambre de la gente es algo grave en la India. Esto es lo que dice el Índice Global del Hambre 2021. Tenemos que presionar al gobierno para que corrija su programa de apoyo a las grandes empresas comprometiéndose con los pobres. Exigimos que el gobierno distribuya inmediatamente los cereales a los pobres. Es una llamada urgente", dice.
P. Jothi también expresa su alarma con motivo del "Día Mundial de la Alimentación", celebrado el 16 de octubre, en el que muchas organizaciones internacionales se centran en los problemas de la pobreza y el hambre. Según las estadísticas sobre el hambre en el mundo, 785 millones de personas en todo el mundo (una de cada nueve) no tienen suficientes alimentos para llevar una vida sana. La mayoría de ellos viven en países en vías de desarrollo.
El Día de la Alimentación en la India se cruzó con la protesta de agricultores más larga de la historia del país, iniciada el 26 de noviembre de 2020 en Nueva Delhi y que aún continúa. Tras el fracaso de las primeras mesas de negociación, el gobierno indio se negó a escuchar las demandas de los agricultores.
"Hay que derogar las leyes antiagrícolas para proteger a la agricultura india y a millones de agricultores pobres de una completa absorción por parte de las grandes empresas", afirma Rakesh Tikait, líder del sindicato Bharatiya Kisan Union, uno de los principales sindicatos del sector.
En septiembre de 2020, el Parlamento indio aprobó una amplia reforma agrícola a través de tres proyectos de ley distintos, entregando el sector a las grandes empresas agroalimentarias internacionales. Los agricultores indios y numerosos analistas y ONGs ven un fuerte riesgo de implantar un sistema que conduzca a un mayor empobrecimiento (y por tanto a una crisis alimentaria) de los agricultores.
(SD-PA) (Agencia Fides 20/10/2021


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