EUROPA/ITALIA - La “patera” del naufragio se convierte en un monumento a la memoria de las tragedias en el Mediterráneo

sábado, 12 junio 2021 migrantes   dignidad humana   derechos humanos   solidaridad  

Roma (Agencia Fides) – “Miles de personas huyen de las guerras, de la violencia, de la persecución, de la pobreza, porque buscan un futuro mejor y persiguen un sueño que a menudo se convierte en pesadilla, durante esos viajes que terminan en tragedia en nuestro mar Mediterráneo. Nuestra respuesta sólo puede ser de responsabilidad y solidaridad. Así lo afirma a la Agencia Fides el padre Bruno Ciceri, sacerdote scalabriniano y director internacional de la organización ‘Stella maris’ (antes Apostolado del Mar) en vísperas de la ceremonia del 13 de junio en Augusta, Sicilia, durante la cual los restos del naufragio del 18 de abril de 2015 se convertirán en un “Jardín de la Memoria”.
El padre Ciceri recuerda que la “barca”, que se hundió, causó la muerte de más de mil migrantes; en 2016 fue recuperada del mar por el Gobierno italiano para llevar a cabo el posible reconocimiento de los cadáveres atrapados en su interior. Tras ser expuesto en la Bienal de Arte de Venecia en 2019, para una función artística, ahora se convierte en monumento asumiendo un papel para “despertar las conciencias, como símbolo de todas las tragedias, conocidas y desconocidas, que han afectado a hombres, mujeres y niños obligados a abandonar sus tierras para buscar una vida mejor”. La ceremonia del 13 de junio tendrá un carácter interconfesional, rememorando la historia del naufragio y también el significado de la hospitalidad. Además, formará parte de las celebraciones de Nuestra Señora de Stella Maris con la celebración de la Eucaristía, mientras que para terminar se descubrirá una gran cruz colocada cerca de la barca.
Sobre el fenómeno de las migraciones, el padre Ciceri señala a la Agencia Fides: “Es un fenómeno complejo que caracteriza nuestro tiempo, para el que no hay recetas fáciles. El mundo está globalizado y las poblaciones más pobres ven y sueñan con el estilo de vida del Occidente opulento. Hoy en día, fenómenos como una sequía o una dictadura en naciones lejanas afectan a Europa y repercuten en los flujos migratorios”.
“Los gobiernos europeos y todos los ciudadanos somos responsables de lo que ocurre en el mar Mediterráneo y estamos llamados a hacer todo lo posible para evitar tragedias y salvar vidas, según los cuatro verbos que sugirió el Papa Francisco: acoger, proteger, promover e integrar”, ha remarcado el director.
“La Iglesia, en los países de partida, en los de tránsito y en los de destino –concluye - tiene un papel importante: educar las conciencias en el respeto de la dignidad humana, combatir el miedo al extranjero, promover la acogida del otro, según el Evangelio”.
(PA) (Agencia Fides 12/6/2021)


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