ASIA/PAKISTÁN - El legado del último misionero dominicano en Pakistán, “El Buen Samaritano”

miércoles, 5 mayo 2021 animación misionera   misioneros  

Faisalabad (Agencia Fides) - El padre Aldino Amato OP, en su servicio pastoral de casi 60 años en Pakistán, realizado en varias ciudades como Khushpur, Sahiwal, Warispura Faisalabad, Chichawatni, Okara City y otras, ha construido seis iglesias, tres escuelas y albergues, dos centros de formación para ciegos, dos aldeas para creyentes católicos, un colegio femenino, el Hospital Cristiano del Rosario, cerca de Okara. Sus obras son su legado. Así lo recuerdan los dominicos pakistaníes que han despedido a Fr. Aldino Giovanni Amato OP, misionero dominico italiano, fallecido en Pakistán por el Covid. El padre Amato fue hospitalizado en Lahore tras dar positivo en la prueba del coronavirus y, después de luchar contra el virus durante 10 días, regresó a casa de su padre en la mañana del 1 de mayo de 2021. Ha sido enterrado en una capilla del Hospital Cristiano del Rosario, que él mismo fundó.
En la misa de funeral celebrada el 1 de mayo, Mons. Indrias Rehmat, obispo de la diócesis de Faisalabad, dijo: “Hemos perdido a un gran sacerdote, un verdadero misionero y un líder extraordinario que sirvió al pueblo de Pakistán durante 59 años sin mirar el credo, la etnia o la condición social de las personas. Era la imagen del buen samaritano, siempre lleno de compasión y misericordia hacia los pobres y necesitados. Los fieles de Pakistán recordarán siempre a este gran misionero italiano que amó a la gente de nuestro país y se entregó por completo al desarrollo del pueblo y de la Iglesia”.
Monseñor Rehmat añadió: “Este gran misionero dominicano predicó la Buena Nueva a lo largo de su vida. Evangelizó y dedicó su vida al servicio de la humanidad. Tocó muchas vidas, y trabajó para dar una vida digna a muchas personas, haciendo una contribución muy valiosa en la educación y la salud en nuestra diócesis”.
El p. Younas Shahzad OP, Prior Viceprovincial de la Provincia Ibn-e-Mariam, de la Orden Dominicana de Pakistán, en declaraciones a la Agencia Fides explica: “El Padre Amato siempre será recordado con gratitud por sus incansables servicios a los pobres y necesitados. Fue un gran constructor de la comunidad, consolador y defensor de las personas necesitadas”.
Sabir Michael, un liaco católico ciego, que fue alumno del Centro para Ciegos fundado por el P. Amato, también comenta a la Agencia Fides: “El P. Amato era un reformador social, a lo largo de su vida trabajó para promover las enseñanzas del Evangelio y para promover la vida de los pobres y necesitados en la sociedad. Gracias al Hogar del Ciego, pudimos estudiar”. El Dr. Michael, ahora laico dominico y profesor en varias universidades de Karachi, añade: “Su duro trabajo nos hizo disciplinados y nos dio un ejemplo de fe y espiritualidad católica que nos conquistó. Estaba lleno del Espíritu Santo y de él fluía lo social para el bien de las personas. Puedo decir con orgullo que a través de sus ojos vi el mundo y ahora vivo una vida digna. Siempre lo llevaré en mi corazón”.
El p. Aldino Giovanni Amato OP, nacido en 1931 en Molfetta, Italia, y fue ordenado sacerdote en 1957. Había llegado como misionero a Pakistán en 1962. La misión dominicana en Pakistán comenzó en 1931, cuando los dominicos italianos, dirigidos por Fr. Benedicto Francisco Cialeo OP, llegaron para trabajar en la diócesis de Lahore, que entonces era todavía la India, antes de la partición que daría lugar al nacimiento de Pakistán. En 1939 se creó la diócesis católica de Multan, separándola del territorio de la diócesis de Lahore, y monseñor Cialeo OP se convirtió en el primer obispo de la diócesis de Multan. En 1960, cuando se erigió la diócesis católica de Faisalabad, el obispo Cialeo OP se trasladó a Faisalabad mientras que los dominicos estadounidenses, que llegaron con un grupo de 35 religiosos, asumieron la responsabilidad de la diócesis de Multan bajo el liderazgo del obispo Loius Scheerer OP. En 1966, el primer grupo de jóvenes pakistaníes se unió a la Orden, lo que llevó a la apertura de una casa de noviciado en 1969 en Bahawalpur y una casa de estudios en Karachi. El primer sacerdote dominico paquistaní fue ordenado en 1973. En la actualidad, tras la contribución de los misioneros italianos y estadounidenses, los dominicos en Pakistán prestan servicio pastoral en cuatro diócesis del país: las archidiócesis de Karachi y Lahore y las diócesis de Multan y Faisalabad, con una comunidad de unos 30 sacerdotes dominicos. La comunidad también cuenta con 15 grupos de laicos dominicanos y varios grupos de jóvenes dominicanos. El servicio pastoral de los frailes dominicos en Pakistán se lleva a cabo en las parroquias, las escuelas y los hospitales, pero también en el campo del diálogo interreligioso. Una de las iniciativas importantes de la Orden es la gestión del “Centro para la Paz” en Lahore, confiado a James Channan, O.P., un verdadero ejemplo de promoción de la paz y la armonía entre personas de diferentes credos.
(AG-PA) (Agencia Fides 5/5/2021)


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