ASIA/MALASIA - El arzobispo de Kuala Lumpur a todos los ciudadanos: “Promovamos la fraternidad”

viernes, 5 febrero 2021 hermanos todos   fraternidad  

Kuala Lumpur (Agencia Fides) - Todos los malasios, hombres y mujeres de diversas religiones y etnias están llamados a hacer su contribución a la promoción de la fraternidad humana: esta es la exhortación del arzobispo Julian Leow, al frente de la comunidad diocesana de Kuala Lumpur. En una carta pastoral emitida con motivo del Día Internacional de la Fraternidad Humana celebrado el 4 de febrero, el prelado afirma: “Es mi ardiente esperanza que los malasios podamos unirnos en solidaridad con toda nuestra diversidad de culturas, creencias, idiomas, para trazar un futuro lleno de paz, cuidando siempre a los más vulnerables entre nosotros”, al mismo tiempo que espera un compromiso continuo y constante de los líderes de las distintas religiones de Malasia en el diálogo y la cooperación “por el bien mayor de nuestra patria”.
El texto recuerda que todos los ciudadanos han luchado duramente contra la pandemia, que ha causado sufrimiento y dificultades a personas de todas las religiones, etnias, estatus y culturas. “Recordamos el espíritu de hermandad que ha prevalecido en los últimos meses a través de tantas personas que han trabajado incansablemente para cuidarnos unos a otros”, apunta el Arzobispo.
Recordando la encíclica del papa Francisco “Hermanos Todos” y el Día Internacional de la Fraternidad Humana, la carta aprecia cada uno de los compromisos realizados para promover el diálogo interreligioso e intercultural para lograr la paz y la estabilidad en la nación. En esta perspectiva, el arzobispo Leow invita a los fieles a inspirarse en el “modelo del buen samaritano (Lucas 10: 25-37), que dejando de lado todas las diferencias que podían existir, vio solo a un ser humano necesitado”.
La carta dice: “Nuestra fe católica, que se funda en el doble mandamiento del amor, se expresa en ‘el primado que se da a la relación, al encuentro con el misterio sagrado del otro, a la comunión universal con la humanidad entera como vocación de todos’ (Hermanos Todos, 277): esta es nuestra vocación. De hecho, ‘el amor al otro por ser quien es, nos mueve a buscar lo mejor para su vida. Sólo en el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posibles la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos’ (Hermanos Todos, 94)”.
Y concluye: “En cada uno de nosotros existe un amor universal que nos ha sido donado por Dios y hemos sido creados por naturaleza para las relaciones. La familia es ‘el primer lugar en el que se viven y se transmiten los valores del amor y de la fraternidad, de la convivencia y del compartir, de la atención y del cuidado del otro’ (Hermanos Todos, 114). Es mi esperanza y oración que al celebrar la fraternidad y la solidaridad hoy, nuestros hogares se conviertan en un terreno fértil para sembrar la compasión y el amor, la paz y la armonía, el respeto y la aceptación, un lugar donde las generaciones futuras puedan mirar hacia atrás y sacar fuerzas para un mundo mejor”.
(SD-PA) (Agencia Fides 5/2/2021)


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