AMÉRICA/ARGENTINA - El delito de la trata de personas no está aislado ni en cuarentena: medio millón de personas sometidas

Buenos Aires (Agencia Fides) - El 30 de julio se celebra el Día Mundial contra la Trata, como establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que la sociedad civil y los Estados trabajen unidos frente a este delito de lesa humanidad, como lo define el magisterio del Papa Francisco.  En vista de esta cita anual, el próximo lunes 27 de julio, el equipo “No a la trata” de la Comisión Nacional Justicia y Paz, realizará un encuentro virtual sobre trata y tráfico de personas, con especialistas de organizaciones sociales, religiosas, funcionarios judiciales, poder ejecutivo y legislativo.
Según la nota publicada por la Conferencia episcopal argentina, enviada a la Agencia Fides, este crimen somete solo en el país latinoamericano a medio millón de personas, entre víctimas de la trata laboral y sexual. Durante el encuentro del lunes 27, desde las 18 a las 20 horas, será posible escuchar a los referentes de los varios sectores.
El equipo “No a la trata” nació en el año 2013 con el fin de convocar a diversas instituciones comprometidas en la lucha contra la trata y explotación de personas para aunar esfuerzos y trabajar en acciones coordinadas en modo de compartir una agenda conjunta sobre esta grave problemática. Con el fin de concienciar y visibilizar el delito de la Trata y el Tráfico de Personas, se realizan anualmente eventos en relación al Día Mundial contra la Trata, proponiendo un lema focalizado en un aspecto específico de esta práctica delictiva. Para inscribirse al encuentro virtual del lunes 27 se debe enviar un correo a: equiponoalatrata@gmail.com
“Estamos en la situación actual de emergencia sanitaria, aislados y en cuarentena, con mucha gente sin trabajo y carente de alimentos – escribe la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes, en el mensaje con motivo de la jornada del 30 de julio -. Sin embargo el mal y la corrupción de la violencia de género, del consumo de drogas, de gente en situación de calle y migrantes más vulnerables, no se detiene. No están aislados ni en cuarentena. Tampoco el delito de la trata de personas. Peor aún. Corremos el riesgo de que aumente. Estas realidades nos llaman a la acción, no a la desesperación y menos a la indiferencia. Si está a nuestro alcance hacer algo, debemos hacerlo. Por lo menos rezar y generar conciencia propia y familiar o comunitaria, de que estas realidades nos incluyen a todos y como bien dice Francisco repetidas veces y sin cansarse ‘Nadie se salva solo.”
(SL) (Agencia Fides 25/7/2020)

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