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Manila (Agencia Fides) – “Nosotros, la Familia Vicentina en Filipinas, pedimos a nuestro gobierno que afronte la pobreza y el sufrimiento de nuestra gente, exacerbada por la crisis sanitaria causada por el temido virus COVID-19. Debemos cuidar a los pobres porque son los más afectados. Ya están asustados y amenazados, no solo por el virus sino también por el hambre y el dolor. No deberíamos amenazarlos más con leyes opresivas, que ponen en peligro sus vidas y libertades": así se afirma en un comunicado de la Familia Vicentina en Filipinas, que une a 14 congregaciones religiosas, masculinas y femeninas, y organizaciones laicas que se reconocen en el carisma de San Vicente de Paúl, criticando la reciente ley antiterrorista aprobada por el parlamento de Filipinas.
"Nos oponemos firmemente al proyecto de ley antiterrorista porque no garantiza la solución del problema, sino que prevé violaciones de los derechos, en particular de los pobres e indefensos. Para nosotros y para nuestros partner comprometidos en la misión, la ley antiterrorista es reprobable”, se lee en el texto enviado a la Agencia Fides, firmado por la Hermana María Ana Rosario G. Evidente y por el padre Gregorio Banaga, Provincial de la "Congregación de la Misión" (padres lazaristas) en Filipinas.
En primer lugar, se observa que "con una definición tan imprecisa de terrorismo, dependiendo de la interpretación de las fuerzas policiales, desde el complot del asesinato del presidente hasta la expresión de descontento por razones legítimas, cualquier disidencia política o ideológica se vuelve sospechosa".
El mensaje también señala una violación del derecho a la privacidad y los poderes demasiado amplios del nuevo "Consejo contra el terrorismo" creado con la misma disposición, que "parece usurpar los de los tribunales legítimos". Un sospechoso puede ser arrestado sin una orden judicial, detenido por 14 días; y sus bienes congelados. "Estas medidas son ciertamente contrarias al derecho a un juicio justo", señala.
También existe el peligro de la impunidad: "No hemos olvidado los años oscuros de la ley marcial y el posterior abuso de las fuerzas militares y policiales contra el pueblo, en particular contra los pobres, los pueblos indígenas y los defensores de los derechos humanos que han sido víctimas de estos abusos", señala el mensaje.
Los vicentinos continúan: "Pedimos a nuestros legisladores y líderes políticos que recuerden que son principalmente los filipinos quienes deben proteger, promover y defender los derechos humanos en la tierra y de la población. Oramos para que desarrollen leyes y políticas que garanticen un mejor servicio a los pobres. No necesitamos el proyecto de ley antiterrorista si se respeta la justicia en nuestro país"
"En su época – se lee - San Vicente se hizo cargo de los miles de refugiados pobres y hambrientos debido a la guerra prolongada en Lorena (1635-1643) causada por las políticas del primer ministro Richelieu. Para defender a los pobres, se enfrentó al poder, que para él eran la principal causa de tanto sufrimiento". Siguiendo el ejemplo del santo, el mensaje invita a los miembros de las familias vicentinas y a todos los hombres de buena voluntad a defender y proteger los derechos y el bienestar de las personas, especialmente los más pobres y vulnerables, y proteger el bien común de la población filipina. (PA) (Agencia Fides 9/6/2020)
