ÁFRICA/NIGER - Oración y esperanza por la liberación del padre Maccalli, aún en manos de los secuestradores

sábado, 16 mayo 2020 secuestro   violencia   solidaridad   oración   órdenes religiosas   institutos misioneros   derechos humanos  

SMA

Bomoanga (Agencia Fides) - Han pasado veinte meses desde el secuestro del Padre Gigi Maccalli, sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas en Níger (véase Agencia Fides 18/9/2018). El recuerdo, la oración y la esperanza de muchos siempre se dirigen hacia su liberación. “He preguntado al catequista David Sagna en Torodi, una de las parroquias del vicariato de Bomoanga, que recuerda del p. Pierluigi”, escribe a la Agencia Fides el padre Vito Girotto, un hermano de comunidad del padre Maccalli, también misionero en Níger. “El primer aspecto que David ha destacado, teniendo bien en mente y continuando el trabajo del padre Gigi, es la acogida activa de todos, en particular de los enfermos por quienes se preocupaba personalmente". "En Torodi, que está a 50 km de Bomoanga - continúa el p. Girotto -, hay un pequeño hospital donde el p. Gigi enviaba a los niños desnutridos o enfermos y pedía a David que fuera a informarse sobre la evolución de las enfermedades de los pequeños pacientes".
“En los momentos de formación de los catequistas y animadores de la liturgia - dice el catequista – el p. Gigi organizaba todo bien, con un gran cuidando especialmente de la oración comunitaria, que hacía con ellos. En la alfabetización de adultos, cuidaba de que todo se llevara a cabo de acuerdo con el programa establecido para que hubiera buenos resultados en todas las clases y que tanto los maestros como los alumnos estuvieran satisfechos, dejando en claro que esta escuela no solo ayuda a leer y escribir sino también a vivir juntos".
"Hemos podido apreciar la calma, la firmeza y el entusiasmo del p. Gigi en la proclamación del Evangelio" añaden Ivana y Dino Avanzino, dos amigos del p. Gigi, que asistían a las reuniones mensuales para adultos celebradas por el misionero en Génova cuando era concejal provincial, unos años antes de volver de nuevo a Níger.
“Es importante para él sembrar semillas del Evangelio con la convicción de que 'la primera evangelización no es otra cosa que humanización', como escribía en su carta. Una tarde, estando en nuestra casa, anunció que se iría a Níger, una nueva misión, toda por construir, pero confiaba como siempre: ir a donde te llaman para llevar el anuncio del Evangelio de manera incondicional, sin peros” explican.
"Recordamos su compromiso para cavar pozos de agua potable, para curar a los niños enfermos. Cada vez que regresaba, nos contaba sobre el progreso realizado en la fe de la gente de Gurmancè y el progreso social y humanitario que estaba obteniendo gradualmente. En una carta de junio de 2018, escribió: 'Nuestras decisiones, palabras y acciones según el Evangelio siempre revelan al Cristo vivo presente y activo en el mundo.
La misión continúa y juntos seguimos siendo sus manos y pies'. Estas palabras son para nosotros un estímulo y una señal de esperanza, esperanza para la misión de Níger y esperanza en su regreso".
Los cónyuges Avanzino concluyen su testimonio recordando al Papa Francisco que en una de sus homilías en Santa Marta dijo que "debemos aprender a pedir a Jesús con fuerza y ​​decisión lo qué queremos lograr, ahora le pedimos que ‘traiga de vuelta al Padre Gigi’”.
(VG/IDA-AP) (Agencia Fides 16/5/2020)


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