ÁFRICA/ZIMBABWE - “Espero que al salir de la cuarentena seamos conscientes del valor de la solidaridad”, anhela un sacerdote

lunes, 11 mayo 2020 coronavirus   oración   iglesias locales   solidaridad  

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Harare (Agencia Fides) – “La pandemia causada por el coronavirus, en cierta medida, nos ha obligado a un pequeño exilio personal, lejos de nuestros amigos e incluso de nuestras familias”, escribe el p. Keto Sithole, un sacerdote de Zimbabwe, en una nota de reflexión sobre el impacto que la cuarentena por el COVID-19 está teniendo en la vida de su comunidad de fieles.
"Los sacerdotes no siempre pueden responder a las necesidades espirituales de los miembros de la comunidad que se les ha confiado, el momento más doloroso es la ausencia de funerales públicos para aquellos que han regresado a la Casa del Padre", subraya dolorosamente el p. Sithole, que presta servicio en St Marys en Lukosi.
“Una gran lección que hemos aprendido de este período ha sido el descubrimiento de que las relaciones son más importantes que las reuniones. Hemos pasado tiempo con personas cercanas y lejanas (por teléfono), viéndolos tal como son, lo cual es extremadamente agradable. Esto es lo que creo que Jesús quiere que suceda. Con demasiada frecuencia, estamos ocupados con nuestros deseos sin pensar seriamente en los demás a menos que podamos obtener un beneficio". “Durante la cuarentena, tenemos la oportunidad de orar y apoyar a los demás, simplemente a través de una llamada pastoral normal y un chat. El mayor desafío ha sido llegar a la mayoría de mis feligreses que no tienen teléfonos celulares. Siempre han estado en mis oraciones para que no pierdan la fe y la esperanza”.
Desde el punto de vista litúrgico el p. Sithole señala que “como la mayoría de las iglesias en todo el mundo, la misión de St Mary en Lukosi, donde estoy trabajando actualmente, ha sido cerrada. Los laicos no pueden reunirse y los sacerdotes no pueden reunirse con ellos mientras la nación se prepara para la peor crisis de salud potencial, a juzgar por cómo el virus ha devastado países con mejores instalaciones médicas que la nuestra”.
“Así como los hijos de Israel clamaron a Dios para que les salvara, también nosotros apelamos a Dios, no desde los lugares habituales de oración sino desde los lugares de cuarentena, desde nuestros hogares, solos o con nuestros seres queridos", invoca el sacerdote, que concluye con la esperanza de que "cuando salgamos de esta cuarentena, todos habremos redescubierto esos valores esenciales de la comunidad, cuidando a los necesitados y al mundo como el Papa Francisco manifiesta en la Laudato Sì”. (L.M.) (Agencia Fides 11/5/2020)


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