ASIA/KAZAJSTÁN - Un misionero “bloqueado” al renovar su pasaporte, se dedica al voluntariado entre los enfermos de Covid-19 en Polonia

sábado, 9 mayo 2020 coronavirus   sanidad   enfermedades   asistencia humanitaria   voluntariado   oración  

Bochnia (Agencia Fides) - “Regresé a mi país para actualizar el pasaporte, pero no pude regresar a Kazajstán debido al cierre de las fronteras para la contención del Covid-19. Al principio me sentí algo perdido. He ‘luchado’ con Dios preguntándole por qué me bloqueó en una tierra llena de sacerdotes como Polonia, y en Atyrau me necesitan mucha más. Tenía muchas ganas de volver con mis feligreses, pero ahora sé que Dios quería confiarme una misión especial: vine a saber que en una aldea no muy lejos de la mía estaban buscando voluntarios para una instalación de recepción que se había quedado sin personal sanitario, porque muchos habían contraído el coronavirus. No tenía dudas: Dios me estaba llamando a ese servicio". Esta es la experiencia que ha querido compartir con la Agencia Fides el p. Piotr Dydo-Rożniecki, sacerdote polaco de la diócesis de Tarnów y misionero en Atyrau, Kazajstán, pero que actualmente trabaja en una casa de acogida para personas con enfermedades psiquiátricas, en Bochnia, Polonia.
La instalación se encuentra actualmente en cuarentena: además de 14 miembros del personal, también dieron positivo al Covid-19 otros 16 de los pacientes internos. "En este momento, dentro de la estructura hay 29 personas además de mí, 8 religiosas dominicanas que respondieron a la llamada, un paramédico nos ayuda con la administración de las medicinas y dos estudiantes del segundo año de enfermería”, explica el p. Dydo-Rozniecki. “Al principio – explica -, la situación era dramática. Los voluntarios no nos conocíamos y, sobre todo, éramos extraños para los pacientes. Tuvimos que aprender todo desde cero", dice el sacerdote, que ha estado operando en la casa desde el 11 de abril. Dentro de la instalación, el riesgo de infección es alto, pero los voluntarios tienen todo lo que necesitan para protegerse, desde mascarillas hasta guantes, monos y gafas especiales".
El p. Piotr Dydo-Rożniecki estaba como misionero en Atyrau desde octubre de 2019, pero anteriormente había pasado un año en la ciudad kazaja de Khromtau: "Extraño a mi comunidad parroquial, aunque me llaman o me escriben a menudo. En este momento difícil, rezamos los unos por los otros”, concluye.
(LF-PA) (Agencia Fides 9/5/2020)


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