VATICANO - El Papa inaugura el Mes Misionero Extraordinario: “una sacudida que nos impulse a ser activos en el bien”

miércoles, 2 octubre 2019 mes misionero extraordinario   papa francisco   animación misionera  

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El Papa inaugura el Mes Misionero Extraordinario: “una sacudida que nos impulse a ser activos en el bien”

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “El Señor nos llama a hacer fructificar los talentos con audacia y creatividad. Dios no nos preguntará si hemos conservado celosamente la vida y la fe, sino si la hemos puesto en juego, arriesgando, quizá perdiendo el prestigio. Este Mes misionero extraordinario quiere ser una sacudida que nos impulse a ser activos en el bien. No notarios de la fe y guardianes de la gracia, sino misioneros”. Son las palabras del Papa Francisco en la homilía de las vísperas celebradas ayer, 1 de octubre, con las que quedó inaugurado el Mes Misionero Extraordinario en la festividad de Santa Teresa de Lisieux, patrona de las Misiones. Francisco comentó la parábola del hombre bueno que entrega a sus siervos sus bienes.

“¿Pero cómo se hace para ser misioneros? Viviendo como testigos: testimoniando con nuestra vida que conocemos a Jesús. Testigo es la palabra clave, una palabra que tiene la misma raíz de significado que mártir. Y los mártires son los primeros testigos de la fe: no con palabras, sino con la vida. Saben que la fe no es propaganda o proselitismo, es un respetuoso don de vida”, explicó el Papa en una basílica de San Pedro llena de peregrinos, entre los que se encontraban muchos misioneros. Por tanto, “¿cómo podemos callar la alegría de ser amados, la certeza de ser siempre valiosos a los ojos de Dios? Es el anuncio que tanta gente espera. Y esa es nuestra responsabilidad. Preguntémonos en este mes: ¿cómo es mi testimonio?”.

Recordando la parábola, cuando el hombre vuelve y pregunta a los trabajadores qué han hecho con los talentos, el Papa habló de la gravedad del pecado de omisión, “Y este puede ser el pecado de toda una vida, porque la hemos recibido no para enterrarla, sino para ponerla en juego; no para conservarla, sino para darla. Quien está con Jesús sabe que se tiene lo que se da, se posee lo que se entrega; y el secreto para poseer la vida es entregarla. Vivir de omisiones es renegar de nuestra vocación: la omisión es contraria a la misión”. Enumeró lso pecados contra la misión: “Pecamos de omisión, es decir, contra la misión, cuando, en vez de transmitir la alegría, nos cerramos en un triste victimismo, pensando que ninguno nos ama y nos comprende. Pecamos contra la misión cuando cedemos a la resignación: “No puedo, no soy capaz””.

Y citando a San Pablo, el Papa reiteró que Dios ama “una Iglesia en salida. Pero atención, si no es en salida no es Iglesia. La Iglesia está por la calle, la Iglesia camina”. Su fuerza “no es la relevancia social o institucional sino el amor humilde y gratuito”.

“Hoy entramos en el octubre misionero acompañados por tres “siervos” que han dado mucho fruto”, dijo el Papa, es decir, Santa Teresa de Liseux, San Francisco Javier y la venerable Pauline Jaricot, cuyas imágenes se colocaron delante del altar durante la ceremonia. “Nos dicen que ninguno está excluido de la misión de la Iglesia”, por eso afirmó el Papa, “el Señor te llama también a ti, padre y madre de familia; a ti, joven que sueñas cosas grandes; a ti, que trabajas en una fábrica, en un negocio, en un banco, en un restaurante; a ti, que estás sin trabajo; a ti, que estás en la cama de un hospital...El Señor te pide que te entregues allí donde estás, así como estás, con quien está a tu lado; que no vivas pasivamente la vida, sino que la entregues; que no te compadezcas a ti mismo, sino que te dejes interpelar por las lágrimas del que sufre”.

Por último, el Papa Francisco aseguró que “el Señor espera mucho de ti. Espera también que alguien tenga la valentía de partir, de ir allí donde se necesita más esperanza y dignidad, ad gentes, allí donde tanta gente vive todavía sin la alegría del Evangelio”. Por eso animó a una vida en misión con estas palabras: “Ve, el Señor no te dejará solo; dando testimonio, descubrirás que el Espíritu Santo llegó antes de ti para prepararte el camino. Ánimo, hermanos y hermanas; ánimo, Madre Iglesia: ¡Vuelve a encontrar tu fecundidad en la alegría de la misión!”.

Al final de la ceremonia entregó 10 cruces a un matrimonio, 5 religiosas y 3 sacerdotes que partirán en misión a lugares como Brasil, Sudán del Sur, Camboya, Taiwán, Bangladesh o República Democrática del Congo.
(SL) (Agenzia Fides 02/10/2019)


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