OCEANÍA/AUSTRALIA - “Pongámosles a salvo”: la Iglesia junto a los niños refugiados de Nauru

lunes, 19 noviembre 2018 migrantes   refugiados   niños   infancia  

Sydney (Agencia FIdes) - Hay más de 40 niños refugiados detenidos por el gobierno de australiano en el campamento en la isla de Nauru en condiciones inhumanas: para llamar la atención de los políticos australianos y la opinión pública sobre esta grave situación, la Iglesia de Australia, -como informó en una nota enviada a la Agencia Fides-, ofrece apoyo total a la campaña “Kids Off Nauru”, promovida por World Vision Australia con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño y el Adolescente, promovido por la ONU y que se celebra el 20 de noviembre.

Nauru, una isla de unos veinte kilómetros cuadrados ubicada en medio del Océano Pacífico, alberga un campo de refugiados donde los inmigrantes y solicitantes de asilo en Australia son trasladados y mantenidos en condiciones inhumanas después de ser rechazados. Según el comunicado, los niños refugiados en la isla viven en un estado de desesperación y muchos de ellos intentan suicidarse para poner fin a su sufrimiento físico y psicológico.

Para responder a esta emergencia, el Australian Catholic Social Justice Council, un organismo de la Conferencia Episcopal, junto con otras 60 organizaciones firmaron una carta interconfesional dirigida al Primer Ministro y al líder de la oposición, subrayando la gravedad de la situación y se solicita que se transfieran a Australia antes del 20 de noviembre junto con sus familias.

Los presos de Nauru “están traumatizados, han sido alejados de sus hogares y protagonizan peligrosos viajes. No podemos aumentar su trauma, alejarlos o permanecer indiferentes. Ahora es el momento de dar a estos niños y a sus familias a la seguridad en Australia”, comentó monseñor Vincent Long, presidente del Australian Catholic Social Justice Council.

Desde 2013, el gobierno conservador australiano ha adoptado la política del “No Way”, basada en el cierre total de puertas hacia los migrantes: las costas están protegidas por un despliegue masivo de unidades navales y a los que llegan en barco no se les garantiza el derecho de asentarse legalmente en el país. Algunos inmigrantes son devueltos a sus países de origen, mientras que otros obtienen permisos válidos solo para Papúa Nueva Guinea o la isla de Nauru.
(LF) (Agencia Fides 19/11/2018)


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