AMERICA/GUATEMALA - "El huracán Stan nos ha dejado no solamente desastres y víctimas sino también la radiografía de nuestras carencias e imprevisiones, de nuestras políticas económicas y sociales torpemente egoístas. ¿Hasta qué punto hemos privilegiado las necesidades más urgentes de los más pobres?” Comunicado de la Conferencia Episcopal Guatemalteca

sábado, 15 octubre 2005

Ciudad del Guatemala (Agencia Fides) - "El pueblo de Guatemala vive días de dolor. Miles de guatemaltecos, de campesinos humildes, niños, ancianos, mujeres y hombres han sido víctimas del desastre provocado por la tormenta tropical Stan. El daño en infraestructura y en el aparato productivo acrecienta las dificultades en estos tiempos de emergencia": con esta dolorosa constatación comienza el comunicado de la Conferencia Episcopal guatemalteca, titulado "Unidos en la Solidaridad”, publicado el 14 de octubre.
Los Obispos señalan que en esta hora de sufrimiento han podido admirar los gestos de heroísmo de cuantos han salido a la búsqueda del hermano necesitado de ayuda: “Hemos experimentado la solidaridad de personas, familias, instituciones y grupos que se han volcado de corazón en ayuda de sus hermanos. Muchas parroquias de todas nuestras diócesis se han entregado en gestos de solidaridad y ayuda. Lo mejor del pueblo guatemalteco en términos de generosidad ha salido a relucir en este tiempo de dolor”.
Para hacer frente a la emergencia, los Obispos lanzan un llamamiento a la unidad de todos los guatemaltecos, para que sea consolidada y ampliada la cadena de solidaridad que permitirá salvar más vidas humanas, llevando la ayuda necesaria. Animan a todos a unir, a la ayuda material, el coraje y la esperanza, en la conciencia de que con la contribución de todos, contando con el apoyo de hermanos y hermanas de otros países y sobre todo, con la ayuda de Dios, Guatemala podrá salir de esta tragedia: "Necesitamos fortalecer el ánimo de todos, necesitamos recrear los lazos de fraternidad, que es el distintivo de los verdaderos discípulos del Señor Jesús". En esta perspectiva el comunicado subraya la necesidad de crear nuevos puestos de trabajo, renovar la conversión y consolidar la fe en la capacidad de mirar hacia el futuro con confianza: " Es importante que la iniciativa privada, junto con las más diversas instituciones públicas y privadas, se coloque al servicio de la reconstrucción de la vida, en todas sus formas para que logremos una sociedad más conforme con el corazón de Dios”.
El documento de la Iglesia guatemalteca señala que el huracán Stan no ha dejado solamente desastres y víctimas, sino también la radiografía de nuestras carencias e imprevisiones, de nuestras políticas económicas y sociales torpemente egoístas Luego lanza una pregunta provocadora: " Todos estamos llamados a preguntarnos si nuestras acciones se corresponden con el amor. ¿Hasta qué punto hemos privilegiado las necesidades más urgentes de los más pobres en los proyectos que emprendemos?”.
Al final de su documento, los Obispos guatemaltecos dan gracias calurosamente por el mensaje de solidaridad de Su Santidad Benedicto XVI y por los de los otros Episcopados. Igualmente agradecen la ayuda ofrecida por los medios de comunicación, las autoridades estatales y otras instituciones. (RZ) (Agencia Fides 15/10/2005, Líneas: 40 Palabras: 505)


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