EUROPA/ITALIA - GIANCARLO CESANA A LA FIDES. AL CENTRO DEL MEETING DE RÍMINI SE ENCUENTRA EL TESTIMONIO DEL EVENTO CRISTIANO COMO EL EVENTO DE LA VIDA

viernes, 5 septiembre 2003

Rímini (Agencia Fides) – Los días 24 al 30 del pasado agosto, se celebró, en Rímini, la 24 edición del Meeting para la Amistad entre los pueblos, que tuvo por tema “¿Hay alguien que quiera la vida y que desee días felices?”. La Agencia Fides ha pedido al Dr. Giancarlo Cesana, del Consejo Nacional de Comunión y Liberación, una valoración conclusiva del encuentro que, como es habitual, contó con la participación de miles de personas, jóvenes principalmente, que siguieron los debates, visitaron las muestras organizadas para la ocasión, y participaron en las numerosas iniciativas culturales del programa.

Desde hace algunos años, el Meeting de Rímini se ha impuesto como uno de los más importantes acontecimientos culturales y, sin exagerar, como el encuentro mundial con mayor número de presencias; difícilmente comparable con otros: una especie de convenio no especializado, sino cultural, para profundizaren nuestra vida de hombres (ante todo) y de ciudadanos. Y ello es así hasta el punto de constatar repetidamente que el Meeting constituye una referencia más para el mundo laico que para el específicamente religioso. Los periódicos han resaltado ampliamente la presencia de personalidades de la política y de la cultura, también internacionales, “alejados”, incluso, de la fe católica.
Esta edición ha confirmado un hecho: el éxito del Meeting sobrepasa la capacidad de cada uno de los mismos colaboradores que lo animan, en el sentido de que su verdadero propósito es el de testimoniar el evento cristiano como evento de la vida; testimonio que representa la verdadera responsabilidad de los cristianos para con el mundo. ¿Hay alguien que quiera la vida y que desee días felices? –decía el titulo-; “Yo”, la respuesta que afloró irrenunciable y de manera extremamente paradigmática en los llamados encuentros religiosos, a los que la prensa dio un relieve desproporcionadamente bajo respecto a su valor. Mauro Lepori, abad de la Abadía de Hautrive, dijo: “La naturaleza del martirio no radica en la forma, sino en el testimonio de que sólo Cristo es repuesta. El mártir es quien dice “Yo” con una tal potencia que lo hace decir también a los demás”. Lo monjes benedictinos de Cascinazza –monasterio a las puertas de Milán, que se nutre del carisma de Don Giussani- describieron así su experiencia de felicidad: un profundo y misterioso afecto entre ellos, como condición para apegarse cada vez más a Cristo.
La felicidad es la paz de una vida que, en lo finito, se reconoce abrazada por el Infinito, y que está llamada a un cometido: el matrimonio, como camino natural para la virginidad; la virginidad, como camino extraordinario para la fecundidad. “Yo” estoy hecho para el bien, para ser feliz; “Yo” soy feliz, porque el Misterio de la vida se ha hecho visible; pero –como indica el título del próximo Meeting, el número 25-: Nuestro progreso no consiste en presumir de haber llegado, sino en el tender continuamente a la meta.
Es así que deseamos responder al llamamiento misionero del Santo Padre que, este año –como todos- envía al Meeting mensajes densos de afecto y de contenido.
Giancarlo Cesana.
(Agencia Fides 5/9/2003 Líneas: 41 Palabras: 532)


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