ÁFRICA/KENIA - Los obispos: “El desempleo es una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento”

lunes, 16 abril 2018 obispos  

Nairobi (Agencia Fides) - “Es un paso importante en la dirección correcta, pero deben acelerarse para lograr una reconciliación duradera”, es la valoración de los obispos de Kenia sobre la reunión del 9 de marzo entre el presidente Uhuru Kenyatta y líder de la oposición Raila Odinga, destinada a superar las tensiones después de las controvertidas elecciones presidenciales del año pasado. (ver Fides 12/3/2018).
En el comunicado emitido al final de su Asamblea Plenaria, los obispos esperan que la creación de una “mesa redonda que incluya a todos los interesados sirva para superar todas las diferencias que separan a los kenianos”. Los obispos esperan la transformación de la presidencia en una institución que “esté por encima de los partidos políticos, de forma que no sea objeto de un conflicto político amargo como sucedió en las elecciones presidenciales disputadas en 2007 y 2017”. En 2007 las protestas degeneraron en una violencia que duró meses, con miles de muertes y alrededor de un millón de personas desplazadas.
La Conferencia Episcopal, sin embargo, asegura que está “muy molesta por el hecho de que algunos políticos solo piensen en la próxima campaña electoral y ya estén obsesionados con las próximas elecciones del año 2022 en lugar de concentrar sus esfuerzos en la solución de los problemas de los kenianos”. Los obispos también critican la corrupción, el nepotismo y el tribalismo, males generalizados, especialmente a nivel de las administraciones regionales. “La devolución de los poderes es algo bueno si hay buenos administradores”, dicen. “Sabemos que hay líderes serios que desean hacer cambios significativos y están ansiosos por utilizar los recursos disponibles para el bien común. Lamentablemente, también hay quienes están ahí para saquear los fondos que deben administrar”. “En algunos condados, el tribalismo es una práctica real que está perpetuando unas costumbres perniciosas para nuestro país. Solo aquellos que pertenecen a la tribu dominante están empleados en estas administraciones. Solo se piensa en que es “nuestro turno de comer” y no en brindar servicios a los ciudadanos de manera profesional”.

La corrupción agrava las condiciones económicas del país, donde hay una alta tasa de desempleo juvenil, una situación definida por los obispos como “una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento”. “En su desesperación, muchos jóvenes terminan uniéndose a pandillas, milicias y grupos terroristas, mientras que otros se entregan a las drogas y el alcohol y desperdician sus vidas”. “La creación de empleo debe ser lo primero en la agenda de cualquier país”, dicen. “Kenia es un país agrícola y, por tanto, se deben asignar más recursos a los agricultores para que trabajen la tierra y produzcan alimentos. Es muy triste ver a los agricultores frustrados por los bajos precios de sus productos. Hemos visto cómo, en lugar de comprarles a los agricultores, los centros comerciales importan los mismos productos desde el extranjero, acabando así con los esfuerzos de nuestra propia gente. Le pedimos al gobierno que proteja a nuestros agricultores”. Finalmente, los obispos reiteran su oposición “a los intentos de introducir las uniones homosexuales en Kenia y la promoción de la poligamia. Están en contra de la voluntad de Dios. Dejemos que nuestros líderes se comprometan en proponer mejores ideas para promover y proteger los valores familiares”.
(L.M.) (Agencia Fides 16/4/2018)


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