ÁFRICA/RUANDA - Espíritu de oración y de servicio caritativo: las religiosas junto a los pacientes con SIDA

lunes, 5 marzo 2018

KR

Gatare (Agencia Fides) – La promoción humana y cristiana de los niños y jóvenes más pobres, la preparación profesional y la inclusión social, el apoyo a las obras educativas y la atención pastoral de la salud en la Iglesia local. Estas son las prioridades pastorales de las Hijas de del Divino Celo presentes en varios países de todo el mundo. Su misión se centra en el espíritu de oración y el servicio caritativo. Con este carisma actúan en Butare, en el sur de Ruanda, donde se ocupan de centro de personas afectadas por el SIDA y de sus familias.

“Actualmente, el Centro Notre Dâme de la Visitation se hace cargo de personas enfermas, niños que asisten a la escuela primaria, alumnos de secundaria, jóvenes que están aprendiendo un oficio y huérfanos de pacientes con SIDA”, explica una nota enviada a la Agencia Fides. El Instituto cubre los gastos médicos de los pacientes, las consultas, las visitas domiciliarias, la inscripción en la escuela, el coste de los materiales escolares para niños y jóvenes, el trabajo de dos trabajadores sociales y el coste de los alimentos que se reparten entre las familias El centro, que pertenece a Caritas de Ruanda, fue gestionado por religiosas Maristas hasta julio de 2015 y luego pasó a las Hermanas de Divino Celo.

Además, en Gatare, las Hermanas del Divino Celo también se ocupan del “Rugege”, un ambulatorio con un centro nutricional incorporado donde trabajan médicos y profesionales de la ONG “Komera Ruanda”. El Centro “Rugege” atiende a una población de 15.000 personas a las que ofrecen orientación y educación en salud e higiene, consultas preventivas y curativas, prenatales y postnatales, vacunación y laboratorio de análisis de malaria, tuberculosis y SIDA. Este pequeño hospital en el bosque tiene alrededor de 30 camas y dispone de paritorio. Las hermanas han respondido así a la petición de los obispos, -que han implementado la pastoral de la salud-, y se han preparado también en el campo de la medicina natural alternativa, con la que ayudan a los más pobres que carecen de medios para comprar medicamentos. Las religiosas y los laicos cultivan las plantas, preparan las medicinas, las pomadas, los jabones, ofrecen consejos de educación en higiene y para manejar los alimentos y ayudan a estas familias con más necesidad.
(AP) (5/3/2018 Agencia Fides)


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