ÁFRICA/LIBERIA - El nuevo presidente mira a la juventud: la esperanza renace también para los niños de la calle

viernes, 2 marzo 2018

Monrovia (Agencia Fides) - La agitación política, la incertidumbre y las continuas crisis civiles, religiosas y étnicas, -que llevaron a la expulsión de miles de liberianos fuera del país-, han truncado el sueño de libertad de los jóvenes. Sin embargo ahora, gracias a pacífica transición política del 22 de enero de 2018, resultó elegido presidente la ex estrella de fútbol George Weah. Gracias a ello se ha reavivado el sueño de los jóvenes, que tienen nuevos objetivos y nuevos retos. Como explica a la Agencia Fides el padre Firmin Kouassi, sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas y coordinador de la Comisión Justicia y Paz de su congregación en Liberia: “La campaña del presidente Weah se centró principalmente en los jóvenes y suscitó una nueva esperanza para muchos ciudadanos, sobre todo para los “zogos”, los niños de la calle. Weah fue uno de ellos, habla su idioma, el inglés coloquial o “pidgin”, se sentó con a la mesa y les prometió ser su amigo porque entiende su sufrimiento. Él se ha hecho uno de ellos. Ha entendido que la actitud de los jóvenes hacia la sociedad solo puede cambiar si la sociedad cambia con ellos. Los jóvenes liberianos querían a alguien que pudiera considerarlos y respetarlos como seres humanos. Este nuevo impacto está devolviendo al país el sueño de libertad perdido y que quedó para siempre consagrado en la Declaración de Independencia firmada en Monrovia, el 26 de julio de 1847”.

Durante su primer discurso a la nación, el nuevo presidente electo invitó al Senado a considerar la posibilidad de establecer una “doble ciudadanía”. Muchos liberianos viven en el extranjero, tienen una buena educación y están bien integrados en otros países. La idea podría favorecer la vuelta de muchos y contribuir a la construcción del país. Gracias a la reciente elección del presidente George Weah y a la transición pacífica guiada por su predecesor, Helen Johnson Sirleaf, Liberia está lista para caminar hacia el futuro.

La población de Liberia es muy joven y tiene una alta tasa de maternidad adolescente. La edad media es de 18,3 años y la tasa de fertilidad es de aproximadamente de 5 niños por mujer. Más del 60% de la población tiene menos de 25 años y el 43,8% está entre los 0 y los14 años. Actualmente el país cuenta con 4,8 millones de habitantes, 16 grupos étnicos indígenas y diferentes minorías (américo-liberianos, de Congo, de Líbano, indios y algunos ciudadanos de África Occidental). Los grupos indígenas representan el 95% de la población.

Muchos ex combatientes rebeldes todavía están en las calles, a cambio del desarme han recibido una suma mínima de dinero y ahora se encuentran en la mendicidad. La mayoría se droga y suponen una amenaza para la seguridad porque son fáciles de manipular. Según las estadísticas, hay unos 50.000 drogodependientes en Monrovia.

El padre Firmin Kouassi concluye: “El objetivo diario de muchos jóvenes es encontrar comida. Viven al día y si pueden abandonar el país no dudan en hacerlo, incluso si terminan en campos de refugiados. Las organizaciones no gubernamentales, así como la comunidad internacional y las instituciones religiosas, han desempeñado un papel importante en la reconstrucción del país, pero al mismo tiempo, con su presencia, han fomentado una cultura de la dependencia. Los que nacen en campos de refugiados tienen dificultades para ganarse la vida trabajando. No existe un verdadero sentido de pertenencia, las personas hasta ahora no han participado en el desarrollo y la protección de su país. En esta nueva etapa política y social, los jóvenes quieren volver a ser protagonistas del desarrollo y futuro de la nación”.
(FK / AP) (Agencia Fides 2/3/2018)

FK


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