AMERICA/ESTADOS UNIDOS - Aún en medio de las ruinas después del huracán, se sigue preparando la Jornada Misionera Mundial: “Precisamente por que estamos sufriendo ahora este desastre podemos comprender más a los que sufren en tantas partes del mundo”

martes, 27 septiembre 2005

Nueva Orleáns (Agencia Fides) - Es difícil estimar las perdidas sufridas tras el paso del huracán Katrina y del segundo huracán Rita, que afortunadamente tuvo efectos menos devastadores que el primero. Mons. John E. Kozar, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Estados Unidos, recuerda que de las140 parroquias, solo quedan en estos momentos 12 y el Arzobispo de Nueva Orleáns se encuentra en otra diócesis desde donde está tratando de dirigir las labores de reconstrucción”.
Sin embargo, esta gran catástrofe no ha supuesto una parado en el trabajo de la animación con vistas a la próxima Jornada Misionera Mundial, antes bien, se pueden sacar una serie de reflexiones de este trágico suceso. Así lo afirman Sor Judy Gomila, asistente diocesana de las Obras Misionales Pontificias de Nueva Orleáns y miembro del Consejo Nacional de las OMP de EEUU y el P. Wayne Paysse, Director Diocesano de las OMP en Nueva Orleáns. Sor Judy perteneciente a la Congregación de las Marianitas de la Santa Cruz, vivía en Nueva Orleáns junto a 25 hermanas. Su convento ha quedado completamente anegado por las aguas. El P. Wayne en un principio se resistía a abandonar la parroquia, porque “quería quedarse para celebrar la misa con la gente”, pero finalmente tuvo que abandonar la iglesia, llevándose consigo tan solo algo de ropa, el Santísimo Sacramento y el libro de registros de la parroquia.
Las oficinas de las OMP, la parroquia del Inmaculado Corazón de María, escuela y rectoría quedaron completamente destrozados. Pero aún en medio de esta devastación ambos continua trabajando intensamente por las misiones y promocionado la Jornada Mundial de las Misiones que se celebrará el próximo 23 de octubre. “Ahora nuestra gente, nuestros niños, tiene experiencia de primera mano de la realidad diaria de tantos pobres en los países de misión”- afirma Sor Judy- “Somos parte del Cuerpo de Cristo y debemos hacer entender a los niños que cuando un miembro sufre, sufre también todo el Cuerpo. Precisamente por que estamos sufriendo ahora este desastre podemos comprender más a los que sufren en tantas partes del mundo. En medio de nuestro sufrimiento no podemos olvidar las necesidades misioneras”. También el P. Wayne afirma: “Nunca me había dado cuenta realmente de lo que supone ser pobre pero cuando, el primer día de la catástrofe, tuve que esperar varias horas a que llegará la comida comprendí lo que es ser pobre”. Ambos no pierden la esperanza y se dedican a un gran trabajo de ayuda y consuelo entre los numerosos desplazados de Nueva Orleáns. También desde las oficinas de las OMP de las diócesis cercanas los directores diocesanos personal están tratando de ayudar.
“Para este año para la Jornada Mundial de las Misiones el Papa ha dado mucho énfasis a la celebración de la Eucaristía que es precisamente la manera más adecuada de poner nuestras necesidades en el altar- afirma Mons. Kozar - Por ello estamos realizando una campaña entre toda nuestra gran familia misionera especialmente de oración y sobre todo por medio de la celebración eucarística. Hemos recibido oraciones de solidaridad de directores nacionales de otros países, lo que constituye un apoyo muy importante para nosotros. En especial nos ha conmovido la ayuda de Sri Lanka e India, dos países que recibieron toda nuestra ayuda después del tsunami y ahora son ellos los que nos su apoyo, sobre todo con oraciones. Los pobres de Sri Lanka e India son ahora nuestros evangelizadores que nos ayudan a rezar y a mantener nuestra fe”. (RG) (Agencia Fides 27/9/2005 Líneas: 43 Palabras: 618)


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