OCEANIA/AUSTRALIA - El Cardenal Napier, Arzobispo de Durban, en Australia para la presentación del mes misionero: "Proclamando la vida para todos - testimoniad, liberad, enseñad y celebrad"

viernes, 16 septiembre 2005

Wollongong (Agencia Fides) - Un encuentro bajo la insignia de la universalidad de la misión de la Iglesia y una demostración de que no existe un Norte y un sur más dentro del mundo católico. Es cuánto representa la visita del Cardenal Wilfrid Napier, Arzobispo de Durban en Sudáfrica, a la diócesis de Wollongong en Australia. El Cardenal surafricano ha tomado parte en la ceremonia de presentación del mes misionero que se ha desarrollado en la diócesis australiana el 4 de septiembre.
En el encuentro participaron centenares de personas. Entre ellas, había muchos niños a los que el Cardenal Napier contó su juventud en el Sudáfrica en el régimen del apartheid y los maltratos de las poblaciones negras y mestizas por parte de la policía, dando un sentido intensamente personal al tema del año misionero 2005: "Proclamando la vida para todos - testimoniad, liberad, enseñad y celebrad."
En su testimonio, el Cardenal ha recordado la determinación con la que diversos líderes de la Iglesia, después del Sínodo africano de Roma de 1994, se han comprometido para hacer a la Iglesia católica en África una miembro relevante de la vida del continente, trabajando junto a las poblaciones y dando voz a los oprimidos. La Iglesia surafricana, gracias a su historia misionera y a sus valores, ha seguido teniendo un papel crucial para romper las cadenas del apartheid y preparar a los surafricanos a superar al pasado violento y racista.
"Lo más interesante" ha afirmado al Cardenal "es que esos mismos valores no son nuevos… fueron afirmados con claridad por el Papa Pablo VI en 1969, en su mensaje a la Conferencia de los Obispos africanos de Uganda: "Vosotros africanos" - dijo el Santo Padre - “debéis ser misioneros de vosotros mismos". Para la Iglesia surafricana el desafío ha sido hacer crecer la confianza. Por ello, ha reconocido las aspiraciones y las necesidades de las poblaciones oprimidas, encarnándose cada vez más en la cultura africana.
Hemos comprendido que el sistema del apartheid funcionaba porque las víctimas obedecían las leyes del apartheid" ha recordado el Cardenal Napier. "Si ellos hubieran rechazado obedecer, el apartheid no habría funcionado" más.
El Cardenal Napier ya visitó Australia en 1986 y entonces hizo un llamamiento para que la comunidad internacional ejerciera una fuerte presión por las sanciones económicas sobre el régimen surafricano. En 1990 los líderes cristianos surafricanos declararon que el apartheid fue un pecado y no podía ser justificado por la Biblia, Gracias a estas formas de presión en 1994 Sudáfrica encontró la democracia con Nelson Mandela que se convirtió en el primer Presidente negro del País.
Mons. Peter Ingham, Obispo de Wollongong, al agradecer al Cardenal su testimonio afirmó que sus palabras nos recuerdan que "sólo la reconciliación y el amor pueden estimular cambios positivos". El Obispo concluyó después reafirmando el compromiso de la diócesis de colaborar por la afirmación de los valores y los objetivos de las Obras Misionales Pontificias y en particular de la Misión en Australia. (L.M) (Agencia Fides 16/9/2005 Líneas: 39 Palabras: 520)


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