ASIA/IRAQ - En la JMJ de Cracovia los jóvenes iraquíes rezarán el Padre Nuestro en arameo ante el Papa

martes, 12 julio 2016 jornada mundial de la juventud  

saintadday.com

Baghdad (Agencia Fides) - Serán doscientos los jóvenes cristianos iraquíes de todas las diócesis del país que viajarán para participar en la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar en Cracovia. Y en ese contexto, durante el Vía Crucis, tendrán la posibilidad de rezar la Oración del Padre Nuestro ante el Papa en arameo, la lengua de Jesús. “Será un momento importante para todos nosotros, para ser confirmados en la fe y en la comunión con toda la Iglesia de Cristo”, dice a Fides el Obispo caldeo Basel Salim Yaldo, que acompañará a los jóvenes iraquíes en el viaje a Polonia junto con el Arzobispo Bashar Warda (cabeza de la Archidiócesis caldea de Erbil), y una docena de sacerdotes jóvenes y siete religiosas.
Los chicos iraquíes que se preparan para participar en la JMJ de Cracovia provienen en gran parte de la diócesis de Bagdad, Kirkuk y Erbil. Entre estos últimos, también hay algunos jóvenes que viven como refugiados en la capital de la región autónoma del Kurdistán iraqueno, después de haber sido obligados a abandonar junto con sus familias los pueblos de la llanura de Nínive. Los jóvenes iraquíes se preparan para la JMJ en Cracovia con algunas reuniones de comunidad, y el 19 de julio, antes de viajar a Polonia, vivirán juntos un día de oración, canciones y celebraciones sacramentales preparadas para el Jubileo de la Misericordia.
En Cracovia, durante la celebración del Vía Crucis, algunos de ellos recitan la oración del Padre Nuestro en arameo. “En esa práctica, con la que la Iglesia revive la pasión de Cristo – ha explicado el obispo Basel Yaldo - miraran también al sufrimiento de nuestro país a la luz de los sufrimientos de Jesús. En esas jornadas vamos a intercambiar nuestras experiencias con los jóvenes de todo el mundo. Y a la vuelta, vamos a convocar una reunión nacional donde los jóvenes que han estado en Cracovia contarán su experiencia.
De este modo todos podremos apreciar que se puede vivir la esperanza cristiana y la alegre comunión con toda la Iglesia, incluso en las condiciones difíciles en las que vivimos. Así podremos darnos cuenta de que no hay necesidad de huir, de emigrar, y que es agradable vivir el don de la alegría cristiana en los lugares en los que hemos nacido, y donde hemos encontrado a Jesús, escuchando el anuncio del Evangelio”. (GV) (Agencia Fides 12/7/2016).


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