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Ciudad del México (Agencia Fides) - Organizados por las Obras Misionales Pontificas del México a través de la Liga Misionera Juvenil Nacional, se avecinan las citas que caracterizarán el Verano Misionero de los Jóvenes: el XXIII Curso de Animación y Espiritualidad Misionera y los Campos Misioneros ad intra y ad gentes (12 de julio-11 agosto). El Campo Misionero (ad intra), con el slogan “Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo”, tendrá lugar en Acoxcatlan, en la Sierra de Hidalgo, y el Campo ad gentes, con el slogan “Id y llevad la Buena Nueva a todas las gentes” se abrirá en El Salvador (Centroamérica).
El objetivo del Campo Misionero es el de hacer vivir a los jóvenes una fuerte experiencia misionera en lugares muy pobres, llenos de necesidades y difíciles por causas también de tipo estructural, geográfico y climático. La participación está, pues, reservada a jóvenes mayores de 18 años que se encuentren en buen estado de salud, física y mental, con verdadero espíritu de servicio, capacidad de adaptación a los lugares y las circunstancias y capacidad de trabajar en grupo. Los jóvenes que participarán en los Campos Misioneros tienen que ser presentados por los párrocos, por los directores misioneros diocesanos o por el coordinador del Grupo Misionero Juvenil y después ser valorados por el Asesor Nacional de la Liga Juvenil Misionera. Otros requisitos que se también solicitan a los participantes son los siguientes: tener experiencia misionera en el ámbito parroquial o diocesano; haber participado en los laboratorios de formación durante el año; estar preparados en la catequesis, en los sacramentos, en los mandamientos, en el credo, en la espiritualidad y en la animación de las celebraciones; conocer las técnicas de animación y saber transmitir el mensaje misionero.
A título de preparación inmediata para el Campo Misionero ad gentes, unos 150 jóvenes participarán en el XXIII Curso de Animación y Espiritualidad Misionera que, con el slogan “Juan Pablo II, Papa misionero, nos conduce a la Eucaristía”, tendrá lugar en Jilotepec (Estado de México).
Además de estas iniciativas, cada año se desarrollan durante el periodo estival numerosos campos misioneros parroquiales y diocesanos, organizados por las parroquias o por las diócesis, en los que participan numerosos jóvenes.
El Padre Carlos Navarrete, Asesor Nacional de la Liga Misionera Juvenil, en una nota enviada a la Agencia Fides, revela que “uno de los frutos que Cristo Misionero regala cada año a los 150 grupos de la Juventud Misionera mexicana, es el hecho de que cada año de estos grupos florezcan unas 25 vocaciones para los diferentes carismas: para la vida sacerdotal, para la vida consagrada misionera activa y contemplativa y para el laicado misionero”,
(R.Z.) (Agencia Fides 1/07/05)
