AMERICA/PERU - "Recibir el palio es para mí sobre todo, experiencia de comunión con el Vicario de Cristo, y también es un compromiso de fidelidad hacia la Iglesia Particular que el Señor me ha llamado a servir": entrevista de Fides a Mons. Pedro Barreto, que recibirá mañana el palio

martes, 28 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Su Exc. Mons. Pedro Barreto, Arzobispo de Huancayo en Perú, a pocas horas de la solemne Celebración Eucarística del 29 de junio, durante la que recibirá el palio de manos de Su Santidad Benedicto XVI, ha manifestado a la Agencia Fides sus sentimientos. "Domina el recuerdo y la gratitud, no solamente por la incomparable personalidad de Juan Pablo II, sino sobre todo por su santidad de vida, que lo llevó a amar a Cristo y a su Iglesia como el mismo Cristo, es decir sin ahorrar nada, hasta la entrega total de la vida". "En este sentido - explica el Arzobispo - recibir el palio de las manos del Vicario de Cristo, hoy Benedicto XVI, significa para mí sobre todo, asumir un compromiso muy grande de fidelidad a Cristo y a la Iglesia, en la persona del Papa, porque amar a Cristo es amar a su Vicario, amar a Cristo es también amar mi propia Iglesia Particular de Huancayo. Por tanto, lo que prometí al llorado Santo Padre Juan Pablo II, lo confirmaré a Benedicto XVI: mi vida no tiene sentido si no amo a aquellos a los que Jesús me ha confiado, siguiendo su ejemplo, hasta la entrega de mi vida."
Recibir al palio como Arzobispo de Huancayo - continúa el Prelado a Fides - es para mí una experiencia inédita, que el Señor me concede a poco menos de un año del inicio de mi servicio pastoral en esta Archidiócesis. Por ello, estoy agradecido a Dios y a la Iglesia, por haberme concedido la oportunidad de ser Pastor y Obispo de un rebaño intensamente católico y muy fecundo en su vida religiosa, viva de muchos siglos. Recibir el palio en la Ciudad Eterna, Roma, dónde los Santos Pedro y Pablo dieron su vida por la causa del Reino de Dios, y precisamente en la fiesta de estos dos grandes Santos, el primer Vicario de Cristo y el primer misionero de las gentes, es sobre todo una experiencia de comunión con el Vicario de Cristo y un compromiso de fidelidad hacia la Iglesia Particular a la que el Señor me ha llamado."
Hablando de su Archidiócesis, Mons. Pedro Barreto subraya el renovado compromiso por una renovación profunda partiendo de las enseñanzas del Concilio Vaticano II y del Magisterio de la Iglesia. "Nuestro compromiso es ser fieles a cuanto Dios, por medio del Espíritu Santo, está indicándonos: vivir todos unidos en la fe - Obispos, sacerdotes, religiosos, laicos - en comunión con nuestras comunidades de fe, nuestras comunidades parroquiales, pero abiertas al mundo para servir a la Iglesia universal. Tenemos muchos límites y debilidades, pero mucho más abundante es la gracia de Dios que está bendiciendo nuestro pueblo profundamente religioso, que recibió la semilla del Evangelio en el año 1533 y desde entonces ha dado muchos frutos."
El arzobispo concluye su coloquio con Fides recordando que "recibir el palio no es una dignidad desde el punto de vista humano, sino desde el punto de vista de la óptica de Dios. La dignidad que Jesús nos quiere conceder como Iglesia, y en concreto a mí como Arzobispo, es la dignidad de ser el buen Pastor, el cual no ama sólo de palabra, sino en el servicio incondicional a todos, especialmente a los que sufren". (R.Z) (Agencia Fides 28/6/2005, Líneas: 39 Palabras: 597)


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