VATICANO - El Papa recibe en audiencia a los peregrinos venidos a Roma para las Beatificaciones: "Ejemplares testigos de la caridad de Cristo, estas dos nuevas Beatas nos ayudan a comprender mejor el sentido y el valor de nuestra vocación cristiana"

martes, 17 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El lunes 16 de mayo el Santo Padre Benedicto XVI recibió en audiencia en el aula pablo VI en el Vaticano, a los peregrinos venidos a Roma para la beatificación de Ascensión Nicol Goñi y Marianne Cope, que se celebró el sábado por la tarde.
“Habéis venido a Roma para revivir el mensaje misionero que ha dejado a la Iglesia, con su vida y su obra, la Madre Ascensión del Corazón de Jesús Nicol Goñi" dijo el Papa hablando en lengua española. "Os invito a conservar en el corazón el ardor apostólico, nacido del amor a Jesús, que la Madre Ascensión vivió y supo infundir en sus hijas espirituales". Dirigiéndoles en particular a las Misioneras Dominicas del Rosario, el Santo Padre ha encomendado: "Mantened viva la experiencia de la cercanía de Dios en la vida misionera, el espíritu de fraternidad en vuestras comunidades, dispuestas a ir donde más os necesite la Iglesia, con el estilo emprendedor que llevó a la Madre Ascensión hasta las agrestes tierras del Vicariato de Puerto Maldonado". Benedicto XVI ha saludado después a los peregrinos de este Vicariato Apostólico y de otras regiones peruanas, "que vieron florecer un fruto precioso de genuina evangelización" y los peregrinos venidos de Navarra, tierra natal de la nueva Beata, "y de otros partes de España, donde la semilla de la fe ha calado muy hondo y ha dado tantos misioneros en todas las partes del mundo".
El Papa ha recordado después que la beatificación ha tenido lugar "en una fecha muy significativa para los misioneros y para toda la Iglesia: la víspera de Pentecostés, momento en el que bajo el impulso del Espíritu Santo, los discípulos de Jesús se lanzaron sin temor a proclamar por doquier y públicamente la enseñanza del Maestro. Desde entonces otros han acogido el mandato misionero poniendo sus energías al servicio del Evangelio".
A los peregrinos venidos para la beatificación de la Madre Marianne Cope, el Santo Padre se ha dirigido en lengua inglesa. "Marianne Cope llevó una vida de fe y amor que produjo el fruto de un espíritu misionero de inmensa esperanza y confianza. En la Congregación de las Sisters of Saint Francis de Syracuse (Nueva York) “se impregnó de la espiritualidad particular de San Francisco de Asís, dedicándose generosamente a obras de misericordia espirituales y materiales". Mientras fue Superiora general de su Congregación, él entonces Obispo de Honolulu invitó a la Orden a ir a las Islas Hawai para trabajar entre los leprosos. "Otras cincuenta Congregaciones recibieron la misma súplica pero sólo la Madre Marianne respondió positivamente… Durante 35 años, hasta su muerte ocurrida en 1918, nuestra Beata dedicó su vida al amor y al servicio de los leprosos en las islas de Maui y Molokai". Su generosidad fue ejemplar, sin embargo sólo la perspectiva de la fe puede permitirnos comprender su testimonio de cristiana y religiosa: "En todo lo que consiguió estuvo inspirada por el amor personal hacia el Señor que se expresaba a su vez por medio del amor a los abandonados y marginados de la sociedad." (S.L) (Agencia Fides 17/5/2005, Líneas: 37 Palabras: 552)


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