VATICANO - MENSAJE DEL SANTO PADRE EN EL 60 ANIVERSARIO DE LOS TRÁGICOS HECHOS DE VOLINIA: “EL NUEVO MILENIO EXIGE QUE LOS UCRANIANOS Y LOS POLACOS SE MIREN CON OJOS RECONCILIADOS”

viernes, 11 julio 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Con ocasión de la conmemoración oficial de la reconciliación ucraniana-polaca del 11 de julio, 60 aniversario de los trágicos hechos de Volinia, el Santo Padre Juan Pablo II ha enviado un Mensaje a los Cardenales Jósez Glemp, Arzobispo de Warszawa y Primado de Polonia, Marian Jaworski, Arzobispo de Lviv de los Latinos y Lubomyr Husar, Arzobispo Mayor de Lviv de los Ucranianos.
“Polonia y Ucrania, tierras que desde hace siglos han conocido el anuncio del Evangelio y han ofrecido innumerables testimonios de santidad en tantos de sus hijos, en este inicio del nuevo milenio desean afianzar su relación de amistad, liberándose de las amarguras del pasado y abriéndose a unas relaciones fraternales, iluminadas por el amor de Cristo” escribe el Santo Padre. “A sesenta años de aquellos tristes sucesos se ha afirmado en el animo de la mayoría de los polacos y ucranianos la necesidad de un profundo examen de conciencia. Se advierte la necesidad de una reconciliación que permita mirar el presente y el futuro con una mirada nueva. Esta disposición interior me lleva a elevar al Señor sentimientos de agradecimiento a la vez que me uno espiritualmente a cuantos recuerdan en la oración alas victimas de aquellos actos de violencia”.
En su mensaje el Santo Padre recuerda que “el nuevo milenio hace poco comenzado, exige que los ucranianos y los polacos no sean prisioneros de estos tristes recuerdos, sino que consideren los eventos pasados con un espíritu nuevo, se miren entre si con una mirada reconciliada, comprometiéndose a edificar un futuro mejor para todos. Así como Dios nos ha perdonado a nosotros en Cristo, así debemos los creyentes saber perdonarnos las ofensas recibidas y pedir perdón por las propias faltas con el fin de contribuir a preparar un mundo respetuoso de la vida, de la justicia en la concordia y en la paz”. Durante el Gran Jubileo del 2000, la Iglesia, consciente de lo sucedido en tiempos pasados, “pidió perdón ante el mundo por las culpas de sus hijos, perdonando al mismo tiempo a cuantos le habían hecho alguna ofensa del tipo que fuese” prosigue el Papa, proponiendo este mismo comportamiento en la sociedad civil, “exhortando a todos a una reconciliación sincera en la conciencia de que no existe justicia sin perdón y es frágil la colaboración sin una recíproca apertura”. (S.L.) (Agencia Fides 11/7/2003 Líneas: 33 palabras: 438)


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