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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Se tuvo ayer, 17 de febrero, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, la Rueda de prensa de presentación de la Asamblea General de la Pontificia Academia por la Vida sobre el tema: "Calidad de la vida y ética de la salud" que se tendrá en el Vaticano del 21 al 23 de febrero del 2005 en el aula Nueva del Sínodo.
Presentó la asamblea Su Exc. Mons. Elio Sgreccia, por primera vez en calidad de Presidente de la Pontificia Academia por la Vida; tres miembros de la Pontificia Academia por la Vida: el Dr. Manfred Lütz, psiquiatra, el Prof. Padre Maurizio Faggioni, teólogo, moralista y el Dr. Jean-Marie Usted Mené, magistrado.
La intervención de apertura fue de Mons. Sgreccia que enseguida quiso delinear la finalidad de la Conferencia: "realizar un discernimiento sobre los conceptos de 'calidad de vida' y 'calidad de salud', dos conceptos de gran actualidad e importancia. "Qué se entiende exactamente con la expresión 'calidad de vida' no está todavía claro", dijo el Presidente de la PAV. No se ha precisado siempre si se trata de parámetros médico-sanitarios, socio-económicos o ecológicos. Por consiguiente, en esta perspectiva, el término 'calidad de vida' asume un carácter opuesto al de 'carácter sagrado de vida': en sustancia, se absolutiza la calidad y se relativiza el carácter sagrado. La salud es un bien importante para el hombre que, aunque no represente el bien último de la persona, constituye en todo caso un bien muy importante que exige el deber moral de conservarla, sostenerla y recobrarla."
El doctor Lutz insistió sobre el concepto de "religión de la salud”, esa nueva visión del hombre según la cual que "no Dios sino la salud, la salud individual, asciende a indiscutido 'bien máximo'. Salvación y Redención no son esperanzas de un 'más allá', sino de aquí y ahora. La salud, ha declarado el psiquiatra, es vista hoy como un producto que puede ser construido, pero las técnicas sanitarias no deben ser consideradas nunca como técnicas de salvación. Esta nueva religión, concluyó Lutz, induce a los hombres a perderse a si mismos en la lucha contra la muerte."
El teólogo franciscano Padre Maurizio Faggioni concluyó su intervención subrayando el hecho de que "si es verdad que la salud, es armonía e integración de todas las energías personales, físicas, psíquicas y espirituales, entonces promover la salud de un sujeto significa ayudarlo a vivir su vida del mejor modo posible a partir del concreto de sus condiciones psico-físicas. El derecho a la salud es un derecho innato a la persona y no requiere ni la fruición de calidad de vida unificada, ni la misma posibilidad de conseguirle. Cada uno tiene que ser ayudado a encontrar su armonía y su equilibrio en la propia particular situación existencial porque el derecho a la salud no está limitado a los que gozan de un estándar de vida prefijado, sino que deriva del derecho a la vida, derecho que está arraigado en toda persona humana en cuanto sujeto de una vida." (AP) (18/2/2005 Agencia Fides; Líneas: 37 Palabras: 537)
