VATICANO - Comunicado de solidaridad a las poblaciones golpeadas por el maremoto, de Su Eminencia el Card. Crescenzio Sepe, Cardenal Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos,

martes, 28 diciembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Toda la Congregación para la Evangelización de los Pueblos participa en este dramático acontecimiento, en el dolor y sufrimiento de esas poblaciones, ante todo con la oración . Por medio de las realidades eclesiales locales se está trabajando para poder organizar las ayudas concretas a esas poblaciones tan duramente golpeadas. Mientras tanto las noticias que nos ponen al día sobre cuánto está ocurriendo en aquellas tierras, nos da la dimensión del sufrimiento de esos pueblos y nos dejan a todos desconcertados.
Un colaborador mío me ha contado que había trescientos personas participando en la Misa del domingo. ¡Había! dice mi colaborador, en una pequeña Iglesia de la diócesis de Jaffa, en el Norte del Sri Lanka y nadie ha sobrevivido a esas ola que ha sembrado la muerte y la destrucción. Qué ha golpeado áreas pobres. Qué ha destrozado esperanzas. Ha destruido y arrancado lo poco que tenían esas poblaciones. Mientras escribo esta breve nota, me siguen llegando noticias, cada vez más terribles, de esta matanza de inocentes. Leo prácticamente junto a vosotros un mensaje urgente y dramático enviado por uno de nuestros Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias, desde la India, que junto a los millares de nuestros Misioneros que se encuentran por esas tierras, se afana por dar una respuesta inmediata y concreta a este cataclismo.
El mensaje dice: "1.000 fieles que habían llegado en peregrinación al Santuario mariano de Vailankanni para celebrar la Navidad allí, fueron arrollados por la ola negra del mar sacudido por el terremoto…¡murieron todos!"
Estamos rezando por ellos, estamos rezando por cuántos han testimoniado hasta el fondo su fe, por esos miles y millares de inocentes a los que se les ha arrancado la vida con violencia. Que el Señor los acoja a todos en Su Misericordia: Una tragedia de la que todavía no se perciben los confines inmensos y las consecuencias que traerá sobre aquellas amadas poblaciones que visité hace tan sólo pocas semanas. Leo los números oficiales de las víctimas que crecen de hora en hora y pienso en las enormes chabolas dónde ningún censo ha podido nunca poner al día los datos reales de las personas que buscaban allí una esperanza de supervivencia huyendo de la miseria …¿cuántos niños, familias habrán sobrevivido?... números que nadie sabrá nunca hasta que no sea removido todo el barro.
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos y todas nuestras realidades en aquellas tierras golpeadas están trabajando para ofrecer las primeras ayudas y censar los daños a todas nuestras estructuras de acogida golpeadas si no eliminadas. Las voces que nos llegan de nuestros Misioneros son todo peticiones de oraciones para ellos y ayudas inmediatas con cualquier medio para quién ayer no tenía nada y hoy corre el riesgo de perder incluso la esperanza. Nuestra oración, nuestra ayuda sea su esperanza.
Card. Crescenzio Sepe.
(Agencia Fides 28/12/2004)


Compartir: