VATICANO - Visita pastoral del Card. Crescenzio Sepe en Myanmar: "La fiesta de Cristo Rey del Universo nos recuerda a cada uno que, como discípulos, formamos parte de su Reino, que queremos extender por todo el mundo entero y en particular en esta nación"

lunes, 22 noviembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Comenzó el pasado sábado, 20 de noviembre, la visita pastoral del Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Card. Crescenzio Sepe, a algunos Países del sureste asiático. El sábado 20 el Card. Sepe llegó a Myanmar y por la tarde celebró la Misa de la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo en la catedral de St. Mary en Yangon. "Estoy feliz de profesar junto a vosotros, queridos fieles de la Archidiócesis de Yangon, la fe en Jesucristo, Señor y Rey, al inicio de mi visita pastoral a la Iglesia de Myanmar y a esta Archidiócesis" dijo el Cardenal en la homilía.
"Sabemos que Jesús de Nazaret no vino para reinar como los reyes de este mundo, sino para establecer la potencia divina del amor en el corazón de los hombres, de la historia y del mundo. Cristo es el fundamento y centro de la historia de los pueblos y de cada persona. En efecto por medio de Él han sido hechas todas las cosas. Su Reino es fuente de total liberación y salvación para todos." El Card. Sepe continuó: "También esta fiesta nos recuerda que mientras somos peregrinos en esta tierra miramos hacia el paraíso, nuestra patria definitiva. Nos recuerda que debemos permanecer fieles y humildes en el seguimiento de Cristo. Él nos guía al reino de paz y justicia donde Dios lo será todo en todos. Esta es nuestra vocación y nuestro compromiso de cristianos."
El domingo 21 de noviembre el Card. Sepe se acercó a Mandalay, dónde presidió la Misa solemne en la Catedral del Sagrado Corazón. Con él concelebrado algunos Obispos de la provincia. "La humanidad de este nuevo Milenio necesita descubrir que Cristo es su Salvador - dijo el Prefecto del Dicasterio Misionero en su homilía -. Esto es lo que, como fieles cristianos, tenéis que llevar con renovado ánimo a vuestros hermanos y hermanas. Tenéis un papel esencial e insustituible en esta proclamación y testimonio."
El Card. Sepe recordó después la participación de los laicos, en virtud del bautismo y de la confirmación, en la misión profética de Cristo y su particular vocación a construir el Reino de Dios comprometiéndose en la animación cristiana de las realidades temporales, con el debido respeto hacia la persona humana. Después de haber invitado a "renovar nuestros corazones, abrazar los valores del Reino de Dios, y a trabajar por la santificación del mundo por medio de nuestras buenas obras", el Cardenal dirigió esta exhortación: "Queridos hermanos y hermanas, manteneos firmes en vuestra identidad cristiana, sed heraldos y misioneros en vuestra vocación como testigos de Cristo en la sociedad dónde vivís, proclamando el Evangelio de la Salvación a todos."
Al término de la homilía, el Prefecto del Dicasterio Misionero subrayó que el Año de la Eucaristía constituye una gran oportunidad "para reflexionar sobre este gran don de Cristo mismo al mundo. Su presencia real en la Eucaristía nos recuerda que Cristo Rey está todavía hoy con nosotros como razón de nuestra esperanza, fuente de firmeza para nuestros corazones, fuente de nuevo celo y señal del triunfo de la civilización del amor."
Esta mañana, lunes 22 de noviembre, el Card. Sepe ha celebrado la Santa Misa en la Iglesia de Nuestro Señora de Fátima en Yangon, con la participación de los religiosos y religiosas de diversas congregaciones, todas comprometidas en el pastoral en Myanmar. El Cardenal ha expresado el aprecio de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos por el trabajo de los religiosos: "Conocemos los problemas y las dificultades de todo tipo que os encontráis cada día y también conocemos el entusiasmo y la dedicación que ponéis en vuestro apostolado. Damos las gracias junto al Señor por el maravilloso trabajo que hemos llevado a cabo junto con vuestra cooperación misionera en la evangelización de este país."
Después de haber exhortado a los religiosos a continuar en la obra misionera, el Cardenal se detuvo sobre el sentido de la Vida Consagrada y sobre la consagración para la Misión: "Vuestra misma vida consagrada es una misión como lo fue toda la vida de Jesús.... ¡La misión consiste en hacer a Cristo presente en el mundo por medio de vuestro testimonio personal! ¡Éste es el desafío, ésta es la primera tarea de vuestra vida consagrada! ". Refiriéndose a la evangelización, el Card. Sepe ha recordado que esta difícil labor requiere "mucho ánimo, prudencia, perseverancia y reflexión", y que los religiosos están llamados en particular, a trabajar por el desarrollo humano a través de la educación, la asistencia sanitaria y otras actividades sociales: Estáis llamados a servir sobre todo a los pobres, los marginados, abandonados. Todos estas formas de apostolado son percibidos como señalas potentes de la fecundidad del Evangelio."
Por último, el Cardenal ha recordado la necesidad de la formación permanente como una prioridad, para responder adecuadamente a los desafíos de un mundo en continuo cambio y para no caer en el activismo por el activismo. También la renovación espiritual es una ayuda para comprender más claramente las necesidades de las personas, responder a sus peticiones, compartir sus esperanzas y deseos". la Virgen Maria, Modelo de consagración y discipulado, "constituye un ejemplo sublime de consagración perfecta ya que pertenece completamente a Dios y está totalmente consagrada a El". (S.L) (Agencia Fides 22/11/2004; Líneas: 63 Palabras: 917)


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