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Tai Pei (Agencia Fides) – “Migración y familia en el trabajo misionero hacia un mundo mejor” (“Migration and Family in the Work of Mission Towards a Better World”) ha sido el tema del Congreso que ha reunido en los últimos días en Tai Pei a ochenta participantes, entre obispos, sacerdotes, religiosos/as, laicos procedentes de 19 países de Asia y el Pacífico (incluyendo Taiwán, Vietnam, Israel, India, Australia, Malasia, Singapur, Filipinas). Según la información recibida por la Agencia Fides, se ha invitado a los participantes a reflexionar “sobre su proyecto de evangelización, para superar las ideas preconcebidas y los prejuicios con el fin de ayudar a los inmigrantes a acercarse a la fe”.
Su Exc. Mons. Bosco Lin Ji Nan, obispo de la diócesis de Tai Nan y Presidente de la Comisión para los Migrantes de la Conferencia Episcopal regional de Taiwan, ha presidido los trabajos, recordando la Jornada de los Inmigrantes, que la iglesia de Taiwan celebra anualmente el última domingo de septiembre. “Asia tiene más de 400.000 trabajadores migrantes y nuevos inmigrantes – ha dicho el obispo - que están ayudando a la economía de Taiwan, pero tiene sus propia política y prácticas tradicionales en el ámbito de la migración, que a veces desprecian y degradan la dignidad humana a cambio de beneficios”.
Durante las deliberaciones del Congreso se han presentado y discutido diversas cuestiones relacionadas con la inmigración:. promoción de la misión, crisis de la familia, la migración en la región Asia-Pacífico... Al final los participantes han firmado una Declaración Pastoral en la que entre otras cosas, declaran: “Como Iglesia, no podemos seguir siendo testigos silenciosos y mudos de las condiciones de los migrantes y sus familias, y estamos decididos a hacerlo objeto de nuestra misión y nuestro plan de acción para trabajar por un mundo mejor para ellos, a través de la promoción de la dignidad humana de todos los migrantes, poniendo de manifiesto los problemas de justicia que afectan a las familias, hablando en favor de los que sufren injustamente, son desplazados internos o tienen que refugiarse en un país que no es el suyo”. (NZ) (Agencia Fides 2014/10/10)
