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Canberra (Agencia Fides) - El deporte puede traer alegría, amistad y sentido de comunidad. Puede ser una herramienta fundamental para el desarrollo de los jóvenes y para hacer una contribución vital a nuestra salud y nuestro bienestar. Sin embargo, otros aspectos debilitan y distorsionan los ideales del deporte: la violencia en el campo o en la calle; el abuso de las drogas y el alcohol; el racismo y el abuso de las mujeres; un incremento potencial de la delincuencia y la corrupción. Entonces ¿cómo podemos trabajar para hacer realidad el potencial del deporte para unir a las comunidades, para superar las diferencias y ser una fuerza para la justicia social y la reconciliación?. Esta es la pregunta que se hacen los Obispos australianos al anunciar la próxima Jornada Mundial de la Justicia Social, que se celebrará el 28 de septiembre, y el informe 2014-2015, que se titula “Una corona para Australia: comprometerse con lo mejor en nuestra nación deportiva”.
El título del informe, como explica la nota enviada a la Agencia Fides por la Conferencia Episcopal Australiana, hace referencia a la primera carta de San Pablo a los Corintios (1 Cor 9,24-27), en la que el apóstol compara a los atletas de su tiempo en competición por una “corona que se marchita” con nuestra aspiración por una corona “que dura para siempre”, como seguidores de Cristo. Los australianos son apasionados por el deporte, la nación parece detenerse cuando se juegan las carreras más importantes, los clubes deportivos locales agregan a la población creando comunidad, las relaciones de amistad se fortalecen. EL deporte une a personas que de otra manera nunca habrían entrado en contacto. Por estas razones, concluye el comunicado, en la Jornada Mundial de la Justicia Social “se nos invita a explorar cómo el deporte puede ayudarnos a celebrar los valores deportivos y a utilizarlos para construir el Reino de Dios en la tierra”. (SL) (Agencia Fides 16/07/2014)
