VATICANO - "La misión de la Iglesia, que es signo y medio de comunión entre Dios y los pueblos y de los pueblos entre si, se realiza en el Cuerpo de Cristo, que es el centro unificante de toda la humanidad": el Card. Crescenzio Sepe preside en San Pedro, en nombre del Papa, la celebración de la Jornada Misionera Mundial

lunes, 25 octubre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Esta Jornada es un acontecimiento de Gracia que afecta a toda la Iglesia, la cual está llamada a tomar cada vez más conciencia de su misión universal, con humildad y valentía, confiada en la presencia de Cristo Resucitado, que se hace pan partido para nosotros" ha afirmado en la celebración eucarística. El Card. Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien presidió el domingo 24 de octubre, en nombre del Santo Padre, la Celebración Eucarística con motivo de la Jornada Misionera Mundial, en el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro.
"La misión se revela hoy, como urgente y necesaria - dijo el Card. Sepe en la homilía - ya que “se debe afrontar con coraje una situación que se hace cada vez más variada y comprometida en el contexto de la globalización y del nuevo y mudable entrecruce de pueblos y culturas que la caracteriza' (Novo Milenio Ineunte, 40). Para afrontar estos desafíos, el mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Misionera Mundial de este año sobre "Eucaristía y Misión" nos ofrece oportunas indicaciones y sugerencias. "Reunida en torno al altar - escribe el Santo Padre - la Iglesia comprende mejor su origen y su mandato misionero. Eucaristía y misión... forman un binomio inseparable" (Mensaje, n. 1; cfr. Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 57) ".
El Prefecto del Dicasterio Misionero subrayó después que "en la Eucaristía, la Iglesia descubre su fundamental vocación misionera", en cuanto que "la Eucaristía nos empuja a cruzar los océanos de las lenguas, de las culturas y de las diversas barreras de orden socio-político y religioso para acercar todas las Naciones a Cristo, para una acción misionera sin fronteras, convencidos de que el Salvador del mundo no destruye nada de lo que Dios ha sembrado en todos los Pueblos sino que lleva todo a su plenitud."
Por último, el Card. Sepe ha recordado que el itinerario eucarístico de este año dedicado a la eucaristía, "será una escuela de Cenáculo dónde con humildad, confianza y generosidad, seremos como Maria y los Apóstoles, 'llenados de Espíritu Santo' y aprenderemos a realizar el mandato misionero de anunciar 'la palabra de Dios con franqueza' (Hechos 2,31) transformados en testigos valientes de Cristo e integrados, como Evangelio viviente, en la vida de la Iglesia, misterio de comunión para la misión".
La celebración de la Jornada Misionera en la Basílica Vaticana estuvo enriquecida con la presencia de diversas comunidades de África, Asia y América Latina, que llevaron al altar dones típicos de sus tierras, ofrecieron incienso, luces y flores según el rito indio del Arati, y ejecutaron algunos cantos de sus tierras de origen. (S.L) (Agencia Fides 25/10/2004; Líneas: 36 Palabras: 507)


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